Le toca la lotería y se compra su empresa en quiebra

París.- Es la fantasía de cualquier mortal: ganar la lotería, hacerle una pedorreta al jefe y huir con los millones a una isla paradisiaca. Precisamente lo contrario es lo que ha hecho un conductor de camiones en Calvados (Francia). Este buen samaritano, ganador de un boleto de 10 millones de euros, ha invertido su premio en comprar la empresa en la que trabajaba desde hace 30 años y que se encontraba al borde de la quiebra. De simple conductor ha pasado a flamante empresario y accionista al 100% de la compañía.Nostalgia o ataque de bondad, este buen hombre, que quiere conservar el anonimato, salvará del paro a los 15 empleados de la empresa de transportes, entre ellos un sorprendido jefe que conservará su puesto y sus responsabilidades. Con dinero en el bolsillo y la batuta de mando en la mano, no hay rencores que valgan."Hice lo que había que hacer. Yo era el único comprador potencial. Además me gusta conducir, el transporte ha sido toda mi vida y no es tan fácil dejarlo de un día para otro", explica, en declaraciones a la prensa gala, este misterioso héroe que cambiará el incómodo asiento de la cabina del camión por un confortable sillón de despacho.Millonario, sí, pero también humilde, asegura que no se le caen los anillos si tiene que volver a coger el volante. Es lo que tiene haber sido cocinero antes que fraile. "Mis compañeros me respetan, porque saben que yo he sido conductor como ellos, así que si alguno falla y no puede venir a trabajar no me importa coger otra vez el camión", declara a Le Parisien.Ahora las deudas quedan lejos y tiene en sus manos el activo de la empresa: la cartera de clientes y una decena de camiones. Su nuevo estatus de empresario no le ha dejado tiempo para disfrutar del premio y tomarse unos días de vacaciones. Además, según explica, prefería invertir su fortuna "en valores más seguros", como la compra de dos viviendas y de un 4X4.Su objetivo a partir de ahora es desarrollar la empresa y crear empleo. Para ello ha contratado a un notario y a un abogado que se encargarán de gestionar mejor las cuentas para evitar que la empresa vuelva a verse en el pozo. Eso sí, insiste en que si ve que pierde mucho dinero abandonará la aventura. Toda bondad tiene sus límites.

elmundo

Con el premio de la lotyería compró su empresa y espero que consiga reflotrala, es buena idea, a ver si le sale bien