El propio Matthias Schepp ha sido el encargado de revelar que mató a sus hijas, en una carta enviada a su mujer poco antes de arrojarse a las vías del tren.
Según ha confirmado esta mañana la policía suiza, el padre de las mellizas confiesa en la misiva haberles quitado la vida y anuncia que se suicidará. El mensaje no deja dudas: "Nuestras hijas descansan en paz. No han sufrido".
A diferencia de lo que publicaba hoy la prensa italiana, la carta fue enviada el 3 de febrero desde Bari, una ciudad cercana a la localidad donde se suicidó el padre, y no desde Toulon, en la Riviera Francesa, el día 2.
No obstante, las palabras están en la línea de la carta-testamento que Matthias Schepp dejó en su domicilio de Saint-Sulpice antes de iniciar su atroz aventura por tres países.
El rotativo francés ‘Le Parisien’, basándose en fuentes judiciales, asegura que en el mensaje el padre ya anunció su intención de matarlas, aunque la policía prefirió no revelar el dato para que le siguieran llegando pistas de los testigos.
"Es bastante probable que [los cuerpos] se encuentren en Córcega", ha dicho el portavoz de los investigadores helvéticos, Jean-Christophe Sauterel. Al parecer, con su suicidio, Matthias se llevó a la tumba el peor de los secretos: el paradero de los cuerpos de Alessia y Livia.
elmundo
¿Qué fuertes entimientos pueden llevar a alguien a hacer algo así?, el mundo quizás se había convertido en un infierno para él, pero para las niñas era el comienzo de la vida, ¿por qué decide quitársela?, sus hijas a quien debe adorar y probablemente adoraba y por quien debería estar él aquí para protegerlas, decide irse y se las lleva por delante, muy triste todo esto, nadie es dueño de la vida de nadie, se ha ido y ha destrozado todo
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