martes, 8 de febrero de 2011

La superabuela británica: 'Igual fui una insensata, pero alguien tenía que hacer algo'

La policía quiere condecorarla por su hazaña. Pero la superabuela británica prefiere no revelar su identidad. Le puede más la justicia poética de no ver su nombre en las páginas de los periódicos. Lo que no quiere decir que no haya dado su versión del incidente. Lo ha hecho en las páginas de su periódico local, donde explica la intrahistoria del robo del lunes y disecciona su rol en el arresto de los culpables.
"Yo estaba hablando con una mujer cuando oí un estruendo. Miré al otro lado y vi a seis jóvenes montados en unos scooters. Primero pensé que uno se estaba peleando contra los demás y me sublevó que hubiera tanta gente pasmada mirando sin hacer nada".
Fue entonces cuando decidió cruzar la calle a la carrera e intervenir. Pero al llegar se dio cuenta de que no era una pelea sino un atraco matutino. "Aquello me enfadó aún más", recuerda, "sentí que los ladrones no podían salirse con la suya a plena luz del día. Uno intentó escapar en el scooter y casi atropella a una mujer y a un bebé. Por eso le arreé con el bolso pero se escapó".
Hasta la irrupción en escena de la anciana, los ladrones habían actuado con impunidad. Los viandantes no se atrevían a intervenir y los dependientes de la joyería de Northampton parecían paralizados por el miedo. Según el responsable del comercio, Luke Allebone, la actuación de la anciana fue crucial para evitar el robo: "Vimos a un tipo con un casco y un martillo y luego la vimos ella. Fue maravilloso y gracias a ella nos dio tiempo a poner en marcha los protocolos de seguridad y bajar a tiempo las persianas metálicas".
Reacciones de los transeúntes
La anciana expulsó a los ladrones, recogió las joyas que habían quedado en la acera y desencadenó la reacción de los transeúntes que, entonces sí, se lanzaron a la caza de los atracadores. "No sé muy bien qué pasó después", comentó este martes la heroína, "sólo sé que seguí agitando mi bolso y que ellos intentaron escapar pero no lo lograron. Al que iba detrás en la moto le aticé varios golpes y lo tiré al suelo. Él levantó el martillo hacia mí, pero yo le seguí golpeando y gritando para que otros vinieran a ayudarme. Pero sólo fueron unos segundos".
La policía arrestó a cuatro varones por el atraco. Uno en el momento y otros tres a lo largo del día de ayer. Otros dos se dieron a la fuga y los agentes han hecho un llamamiento a la colaboración de los habitantes de Northampton y las localidades de los alrededores.
La hazaña de la superabuela no habría dado la vuelta al mundo de no ser por un reportero local que acababa de grabar en un ambulatorio y registró los bolsazos en su cámara. Concluido el atraco, la anciana buscó refugio en una peluquería donde la dueña le sirvió una taza de té y escuchó su relato de los hechos.
Según varios testigos, lo que más le preocupaba es que la hazaña llegara a oídos de su hijo, que vive en América y la ha advertido varias veces que no debe meterse donde no la llaman. "No soy una heroína", decía esta mañana, "igual fui una insensata pero alguien tenía que hacer algo. Ahora sólo quiero que me dejen en paz".


elmundo

En la entrada anterior tenemos el caso de esta superaaabuela y aquí sus declaraciones, vemos que al actiara ella ya si reaccionó más gente, quiere que la dejen en paz

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