jueves, 2 de abril de 2009

El CO2 enterrado se disolvería en agua, pero podría volver a emerger a la superficie



El almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) en depósitos geológicos se disuelve en su mayor parte en las aguas subterráneas. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo multidisciplinar de científicos que ha investigado en nueve almacenamientos naturales de CO2 en tres continentes distintos, según publica hoy en su principal artículo la revista Nature.

La captura y almacenamiento de CO2 es una de las alternativas que busca la industria mundial para evitar la emisión de este gas producido en la quema de combustibles fósiles, causante prioritario del cambio climático.

La investigación, liderada por Stuart Gilfillan, de la Universidad de Edimburgo, concluye que el CO2 se disuelve en el agua subterránea en una proporción del 82%, mientras que el resto, combinado con calcio o magnesio, da lugar a formaciones rocosas carbonatadas de calcita, dolomita o magnesita y, en ocasiones, aragonito.

La investigación pretende conocer la evolución del CO2 inyectado en formaciones geológicas profundas o en antiguos yacimientos de gas o petróleo, a lo largo de los siglos. Para ello han estudiado nueve de estos yacimientos naturales de CO2 en EEUU, Europa y China.

En siete de ellos han descubierto que la disolución del gas de efecto invernadero ha sido en agua con un grado de pH de entre 5 y 5,8. En los dos restantes el gas se ha fijado en rocas ricas en sílice, bajo formas de minerales carbonatados.

Los nueve yacimientos tenían edades comprendidas entre 10.000 y 42 millones de años, y en ningún caso han mostrado señales de fugas del CO2.

No obstante, Stuart Gilfillan, se muestra cauto: «Para el almacenamiento es esencial conocer hacia dónde se dirigen las aguas subterráneas y si no vuelven a surgir a la superficie».

Estos surgimientos de agua y CO2 existen en numerosos puntos del planeta y devuelven a la atmófera el gas que contienen. Precisamente una fotografía de un geiser en Utah, EEUU, es la que ilustra la portada de Nature.

elmundo

Las trampas geológicas para almacenamiento de gas deben de ser seguras, el lugar que ocupaban los antiguos yacimientos de gases y petróleo lo son, estuvieron allí milones de años, hasta que lso hemos localizado y han aguantado hasta que hemos abierto un agujero y los hemos extraido, los gases se van por cualquier resquicio tienden a subri a superficie, fluyen, pero se encuentran con esa imposibilidad de seguir haciéndolo por haber impermeabilidad a ese fluir, en algún lugar de la corteza terrestre, allí es muy buen sitio para el almacenamiento de CO2, sellando, pero que sea seguro, la salida artificial que hemos abierto para extraer los hidrocarburos, alí no habrá problemas con el agua, ya que se han consrervado millones de años lo que había, en cuanto a convertirlos en rocas carbonatadas no aprece mala idea, eso si que no vuelve a la atmósfera, hay que echar menos Co2 a la atmósfera y rebajar el existente, ahora mismo el ciclo del CO2 está descompensado, la atmósfera puede recilcar parte pero vertemso mucho más, vamso que el planeta está herido y lo hay que cuidar.

3 comentarios:

Néstor dijo...

No sabía que pretendiesen almacenar el CO2 bajo tierra, si lo hacen seguro me parece una excelente idea.

silvo dijo...

Si Edmond que aprovechen bien las trampas geológficas, Asturias optó por una planta de captación de CO2, pero Zapatero se la concedió a León, su tierra, Hunosa no obstante está estudiando la posibilidad de una aquí, saludos Edmond

silvo dijo...

también hay que cambiar de actitud Edmond, esta forma de desarrollo nos lleva al caos, saludos