lunes, 13 de abril de 2009

Una mentira de película

Odetta

13 de abril de 2009.- La periodista israelí Odetta lleva dos años sin aparecer en televisión, donde presentaba un popular programa de sobremesa. Ahora revela la causa. Un secreto guardado, para su desgracia, durante 15 años. Tan increíble que muchos no se creen lo que cuenta.
Odetta escribe en el diario Maariv que se divorció hace un año de su marido por algo más que una mentirijilla: "No hablo de mentiras convencionales como mantener relaciones a mi espalda. Yo me refiero a una mentira galáctica, mi marido me hizo creer todos estos años que era un agente del servicio secreto Mossad".
15 años viviendo (sin saberlo) con un fantasma. Una enfadada Odetta explica que "lo más grave fue cuando me dijo que un asesino a sueldo había llegado de Europa a Israel para matarle, pero que sus perros (guardaespaldas) visibles e invisibles le protegerían a él, a mí y a mis hijos". Y añade: "Que el diablo le perdone -porque yo no puedo- por el sufrimiento de una madre que cree que la vida de sus hijos está en peligro debido a sus juegos y fantasías".
Su James Bond virtual solía excusarse misteriosamente por teléfono: "Odetta, no puedo ir a casa porque me han llamado en el comando central. Mi móvil estará cerrado". O conversaciones en plena noche con agentes inexistentes.
Si no fuera la trágica víctima, Odetta también se reiría. Por ejemplo, de sus cenas fuera de casa, pura ciencia ficción, tal y como relata: "A través de su móvil, dirigía un satélite de espionaje diciendo a su interlocutor: ¡Fridman! intenta 5.5 grados. ¿No tienes aún imagen? ¡Pues intenta 4.75! Ah, ¿ya hay? Perfecto. ¡Soy un genio!".
Odetta admite su inocencia, pero asegura que cuando le preguntaba sobre conductas inexplicables (incluso para un espía), su marido le espetaba: "Que te hayan engañado en el pasado, no quiere decir que yo lo haga. Cada vez que no me crees, es como una espada que atraviesa mi corazón".
Y siguió su corazón sin hacer caso a lo que sus ojos veían o su cerebro captaba. Es decir, vivir con un hombre que se montó su otra vida de forma gradual, creando en su imaginación un mundo de enemigos y agentes de otros países. Ante las preguntas de la alucinada esposa (hay un límite para la inocencia...) contestaba: "Yo te cuento solo lo que puedo contarte. El resto es secreto".
Odetta -nacida hace más de 50 años en Rumania y que emigró a Israel cuando tenía seis- asume: "Mi marido realmente era un exitoso infiltrado en una tierra extranjera, sólo que esa tierra era mi vida”.
¿Conclusiones? Pues quizás que Odetta, conocida principalmente por dar consejos en su programa televisivo, es la reina de la ingenuidad y como ella dice de "no ver lo que uno no quiere ver". Y que su marido es un charlatán mentiroso, un enfermo con buena voluntad que buscaba fuertes sensaciones en la vida. Aunque fueran de ficción y a costa de su mujer.
El James Bond de pacotilla es el tercer marido de Odetta que ya no se fía ni de su sombra: "No creo que vuelva a casarme y si lo hago debe ser como mínimo el ayudante de Dios".
"Antes, cuando escuchaba casos de mujeres sorprendidas al descubrir que su marido es homosexual, no entendía cómo no se habían dado cuenta. Ahora me he convencido que es posible no saber muchas cosas de tu marido", resume. Aunque 15 años son muchos, más vale tarde que nunca.

elmundo

Os dije más de una vez, que odio la mentira pero es que llegan a extremos inexplicables, hay que intentar ver como obran, no como dicen que obran, o las mos todas creyendo que son muy gracios@s o vemos cosas raras sin haberlas, perdonamos mucho a quien no debemos y nada a quien si debemos perdonar, lo que le pasó a la del artículo me haría mucha gracia si no fuera que conozco mucha gente mentirosa y cercana, mienten y se creen las mentiras, a veces, llegan al extremo de dañar a otras personas, por eso no me puedo reir de las ocurrencias de ese agente de pacotilla

4 comentarios:

Hanna dijo...

Que fuerte silvo, menudo fantasma no se merece nada.
Un saludo

silvo dijo...

Si Hanna, es que además es un comediante de lo mejorcito, esta gente tiene cualidades teatrales, no quiero decir que los catores sean mala gente ya que simplemente son capaces de interpretar y muy bien un papel,estos lo son de pacotilla, lo peor es que mienten sin medida,besos

hécuba dijo...

la realidad, a veces, supera a la ficción :). Saludos, silvo.

silvo dijo...

Hola Hécuba, bienvenida de nuevo :-), si parecen increibles algunas cosas que se ven por ahí, un beso