El blindaje de vehículos y la protección de soldados podría mejorarse gracias a un sorprendente aliado: un caracol hallado en el Océano Índico.
El robusto caparazón del 'Crysomallon squamiferum' podría inspirar nuevos materiales para los blindajes militares, según un estudio publicado esta semana en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
A lo largo de millones de años, el caparazón de los moluscos ha evolucionado para maximizar su protección frente a las amenazas de su entorno. Su 'armadura natural' debe protegerlo de los depredadores y mantener su hidratación. Al mismo tiempo, debe resultar 'cómoda' para que el caracol pueda llevar a cabo actividades cotidianas como alimentarse, moverse y reproducirse.
Tres capas de protección
La concha en espiral del 'Crysomallon squamiferum' tiene una estructura de tres capas y reúne una serie de características que la diferencian de las de otros moluscos gasterópodos.
Cada capa está formada por distintos materiales que le proporcionan diversas ventajas. La parte externa está compuesta por partículas de sulfuro de hierro, la del medio es de material orgánico y la más interna es una capa calcificada. Estos materiales le permiten resistir la penetración y mitigan las fracturas si llegan a producirse.
Y es que este caracol está acostumbrado a lidiar con los depredadores que le acechan en un ambiente marino difícil. Fue hallado cerca de zonas hidrotermales del Océano Índico, en las que la temperatura del agua es alta. Asimismo, hay acidez y se producen intensos contrastes de frío y calor, que el caracol puede sobrellevar gracias a la acción de la capa orgánica, que ayuda a regular su temperatura.
Múltiples aplicaciones civiles
Según este estudio, liderado por la investigadora del Instituto de Tecnología de Massachussets, Christine Ortiz, el caparazón del caracol le permite absorber la energía mecánica de los animales que intentan atacarlo.
Las poderosas propiedades de esta coraza natural no sólo resultarían útiles para el campo de la Defensa. La investigación podrá ayudar a desarrollar cascos y sistemas de protección más eficaces para los deportistas así como materiales más resistentes para las armaduras de coches y motocicletas.
En el sector de la construcción, estos materiales particularmente resistentes podrían usarse para fabricar tuberías que deban aguantar la abrasión y la penetración de las rocas. Según los investigadores, también la industria aeronáutica podría sacar provecho de la fuerte coraza del caracol.
El robusto caparazón del 'Crysomallon squamiferum' podría inspirar nuevos materiales para los blindajes militares, según un estudio publicado esta semana en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
A lo largo de millones de años, el caparazón de los moluscos ha evolucionado para maximizar su protección frente a las amenazas de su entorno. Su 'armadura natural' debe protegerlo de los depredadores y mantener su hidratación. Al mismo tiempo, debe resultar 'cómoda' para que el caracol pueda llevar a cabo actividades cotidianas como alimentarse, moverse y reproducirse.
Tres capas de protección
La concha en espiral del 'Crysomallon squamiferum' tiene una estructura de tres capas y reúne una serie de características que la diferencian de las de otros moluscos gasterópodos.
Cada capa está formada por distintos materiales que le proporcionan diversas ventajas. La parte externa está compuesta por partículas de sulfuro de hierro, la del medio es de material orgánico y la más interna es una capa calcificada. Estos materiales le permiten resistir la penetración y mitigan las fracturas si llegan a producirse.
Y es que este caracol está acostumbrado a lidiar con los depredadores que le acechan en un ambiente marino difícil. Fue hallado cerca de zonas hidrotermales del Océano Índico, en las que la temperatura del agua es alta. Asimismo, hay acidez y se producen intensos contrastes de frío y calor, que el caracol puede sobrellevar gracias a la acción de la capa orgánica, que ayuda a regular su temperatura.
Múltiples aplicaciones civiles
Según este estudio, liderado por la investigadora del Instituto de Tecnología de Massachussets, Christine Ortiz, el caparazón del caracol le permite absorber la energía mecánica de los animales que intentan atacarlo.
Las poderosas propiedades de esta coraza natural no sólo resultarían útiles para el campo de la Defensa. La investigación podrá ayudar a desarrollar cascos y sistemas de protección más eficaces para los deportistas así como materiales más resistentes para las armaduras de coches y motocicletas.
En el sector de la construcción, estos materiales particularmente resistentes podrían usarse para fabricar tuberías que deban aguantar la abrasión y la penetración de las rocas. Según los investigadores, también la industria aeronáutica podría sacar provecho de la fuerte coraza del caracol.
elmundo
La grasa de ballena inspiró a la industria espacial y la concha de este caracol, de tres capas, que la ha desarrollado por la necesidad de sobrevivir a un ambiente hostil, puede ser inspitración para la industria de protección, incluso espacial de nuevo, espero que sepamos producirla y no masacrar a este molusco, tiene tres capas la exterior de sulfuro de hierro, habrá piritas por allí, otra intermedia orgánica y una tercera calcificada, como las de otros moluscos o bivalvos
4 comentarios:
silvo,
volvió a encender que vivo cada momento con el amor de mi vida y es sublime.
Días llenos de hermosos pensamientos.
Premio de mi blog por tu blog.
Muito bom o texto e curioso.
Assim como os moluscos, nós também as vezes precisamos de proteção..
a Natureza é assim.. Para cada ser uma capa diferente.
Cada um se protege e vive, dentro de suas possibilidades e habitat.
Parabéns.
Agradeço e retribuo todos os carinhos nos blogs.
Amo a sua presença.
Sandra
Lo miro por el traductor Geanina y me cuesta pero quiero entenderlo ya que me gusta klo que quieres decir, visita´re tu blog en cuanto pueda, gracias y un beso
Sandra estamos unidos a la naturaleza y no debemos romper el quilibrio, gracias por lo qu dices de mis visitas a tus blogs, a mí me gusta lo que escribes, y que me comentes aquí, un beso
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