La reforma sanitaria, el legado inacabado de Ted Kennedy

Si había algún tema que interesaba especialmente a Ted Kennedy y centraba la mayor parte de sus energías, éste era sin duda la reforma del sistema sanitario para convertirlo en universal, como sucede en los países europeos. El senador quería que ese fuera su mayor legado político, el logro con el que pasaría a la Historia. Sin embargo, el destino ha querido que su muerte llegue justo en el momento en el que ese objetivo está más cerca que nunca, si bien en las últimas semanas han aparecido enormes obstáculos ante sí.

"La reforma sanitaria estaría en una situación muy diferente si Ted Kennedy estuviera bien de salud", declaró hace tan sólo tres días el republicano John McCain, con quien Kennedy había trabajado a menudo. Las palabras del ex candidato presidencial ponen de manifiesto la rara capacidad del difunto senador de ser a la vez un campeón de las causas progresistas y un forjador de compromisos muy respetado en el otro lado de las trincheras, una cualidad muy necesaria en un momento en el que la reforma de Barack Obama parece haberse encallado.

Habida cuenta de que se necesitan 60 votos en el Senado para aprobar la reforma, y que ese es el número exacto de senadores demócratas, irónicamente, el deceso de Kennedy puede complicar la aprobación de una reforma ambiciosa, tal como pretende Obama.

Consciente de que cada voto vale su peso en oro en esta batalla legislativa, hace tres días el propio Kennedy pidió por carta al gobernador de su estado, Massachusetts, y a los líderes del Congreso que reformaran la ley que regula el reemplazo de un senador en caso de renuncia o muerte. Según la normativa actual, es necesario que se celebren unas elecciones abiertas, lo que significa que al menos durante cinco meses el progresista estado de Massachusetts se quedaría sin uno de sus dos representantes.

El veterano político pretendía una reforma de la ley que permitiera al gobernador nombrar a un senador interino antes de celebrar las elecciones. Sin embargo, la reacción ante su propuesta ha sido más bien tibia entre los demócratas de Massachusetts, y de rechazo completo entre los republicanos, que argumentan que una vez en el Senado, la persona nombrada contaría con ventaja respecto a los otros aspirantes. Quizás la descarga emocional que ha significado su muerte sirva para ablandar la oposición a su última voluntad política.

Su historial legislativo

Tras el fallido intento de universalizar la Sanidad por parte de Hillary Clinton a principios de los años 90 a través de una ambiciosa reforma, Kennedy optó por intentar introducir reformas graduales en el sistema que ampliaran la cobertura pública, que incluye a jubilados y personas por debajo del umbral de la pobreza. Así, por ejemplo, el año 1997, el veterano senador fue uno de los impulsores de una ley que subvencionaba la cobertura pública de los niños de familias que no contaran con un seguro privado.

Si bien la reforma sanitaria fue una causa de especial interés personal, a causa de las pasiones que suscita, Kennedy fue más exitoso en otros temas de la agenda legislativa. Por ejemplo, en 1996 fue capaz de impulsar un aumento en el salario mínimo, que ya no se actualizó de nuevo hasta 10 años después.

Asimismo, el senador progresista tuvo un papel crucial en la aprobación de la reforma educativa bautizada como 'No Child Left Behind', que tenía como objetivo mejorar el nivel de las escuelas de los barrios pobres. Para aprobarla, Kennedy se alió con el entonces presidente George W. Bush, lo que levantó el rechazo entre algunos sectores de la izquierda norteamericana.

Uno de sus últimos logros fue la redacción de una ley de reforma de la inmigración que abría un camino a la regularización de millones de inmigrantes indocumentados. Conocida como la ley 'McCain-Kennedy' en homenaje a sus impulsores, no se consiguió su aprobación en el Congreso a causa de la fuerte oposición que levantó entre los sectores más conservadores del Partido Republicano. Sin embargo, por su contenido y espíritu bipartidista, constituye toda una referencia en el que se basarán futuros proyectos de reforma. De hecho, el presidente ha situado 2010 como el año para llevar a cabo esos cambios.

elmundo

Nio se nos debe ir este personaje sin que hablemos de alguno de sus logros y es que ya sabemos comoe stá la sanidad en esa "potencia mundial", pues vemos lo que él estaba trabajando para emjorara eso, y lo de la legalización de inmigrantes que ya están dentro, hay que controlar que no entren, deben venir los que se necesitan y para lo que se les necesita, no obstante, los que están dentro debe saberse que hacer con ellos, es de una familia avanzada de ese país y no la ha defraudado, descanse en paz