Londres marcha contra el paro, la pobreza y el cambio climático

Una muchedumbre se abre paso este sábado por las calles de Londres. Marchan juntos anarquistas, ecologistas, sindicalistas y activistas cristianos. Los lemas y las pancartas son distintos pero todos insisten en una idea: recordar a los líderes del G-20 que pongan a la gente primero.

Un eslogan lo suficientemente dúctil como para que quepan dentro los militantes de los sindicatos laboristas, los miembros de los grandes grupos verdes y los reclutas devotos que engrosan las filas del Salvation Army. En total, 150 organizaciones que anticipan la ola de protestas que explotará en Londres la semana que viene.

La primera impresión es que el gentío es menor de lo esperado. La marcha avanza a buen ritmo y no hay síntomas de aglomeración. Los manifestantes darán quizá más impresión de multitud a su llegada a Hyde Park, donde se celebrará un acto en el que hablará entre otros la gurú antiglobalización Susan George.

La cumbre del G20 no se celebra hasta el próximo jueves, pero los activistas quieren hacerse notar antes de que se inaugure. Los más radicales ya han anunciado que quieren maniatar el distrito financiero de Londres. Lo intentarán el próximo miércoles tomando la calle y colapsando por unas horas el transporte público.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

No será una protesta, sino cuatro. Un póquer de manifestaciones que representan, según los organizadores, a los cuatro jinetes del Apocalipsis y que saldrán de las cuatro bocas de metro que abastecen a la City. Las cuatro confluirán alrededor de las 11 de la mañana frente a los muros pétreos del Banco de Inglaterra.

Pero eso será el miércoles. Hoy todo es muy diferente y en el aire se respira un ambiente entre festivo, familiar y reivindicativo muy similar a las protestas por la guerra de Irak y muy diferente del de protestas violentas como las de Seattle o Génova.

Aun así, la policía ha advertido ante la posibilidad de que grupúsculos violentos intenten reventar la protesta. Una posibilidad que el líder sindical británico Brendan Barber ha hecho lo posible por conjurar: "Si hay otros grupos que quieren causar problemas, quiero decirles que no queremos verles cerca de nuestro acto".

La manifestación arranca cerca de Temple y avanza pegada a la orilla del Támesis hasta la fachada del Parlamento. Después sube por Whitehall y Downing Street para llegar a Trafalgar Square y luego a Piccadilly para desembocar en la sobremesa en la esquina nororiental de Hyde Park.

El ministro laborista Ed Miliband se ha reunido esta mañana con algunos de los manifestantes y ha expresado su simpatía por sus reivindicaciones. Sobre todo las que tienen que ver con el cambio climático: "Hay gente que dice que no podemos afrontar a la vez la crisis económica y la medioambiental, pero lo cierto es que ambas debemos afrontarlas juntas creando empleos en la industria verde del futuro".

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Lógico y están todos hasta cristianos, hay que defender el planeta contra el cambio climático y es buen momento cuando se va a reunir el G20, no se puede seguir poe el camino que lelvamos o acabaremos con todo, la gente lo primero, no a tanta acumulación de riquezas en manos de cuatro desapensivos y que las logran a base de la sobreeexplotación de recursos, nuevo orden económico, cultura y nuevos valores éticos, los de hoy en día no son válidos es la cultura del,pelotazo y demás, hay esperanza mientras haya gente concienciada, queremos un planeta en el que se pueda vivir y dejárselo de herencia a las siguientes generaciones en condiciones.