La última alarma terrorista en aeropuertos son estos zapatos vibradores

Desde que los zapatos son examinados en los aeropuertos, intentar coger un vuelo llevando unos zapatos con circuito eléctrico incorporado y un pequeño interruptor on/off en uno de los laterales podría parecer una tomadura de pelo. De momento, al ingeniero civil pakistaní Faiz Mohammad calzar unas piezas supuestamente terapeúticas le ha costado perder el avión y unas horas en prisión.
Se usan para masajes, indicó al personal de control de seguridad del aeropuerto de Karachi, en Pakistán, antes de ser detenido para prestar declaración. "Es la primera vez que vemos unos zapatos así. Los hemos mandado a analizar para comprobar si lo que dice [el detenido] es verdad", ha explicado el investigador policial Niaz Khoso.
A través de internet sí se puede rastrear la existencia de dicho modelo de zapatos y otras variantes, sandalias incluidas. En la web The Future of Things, una entrada de febrero de 2007 hace referencia a estos dispositivos, aunque el enlace a la página oficial de Good Vibrations Therapeutic Vibrating Shoes® ya no está en funcionamiento.
Según algunas fuentes policiales, el sistema de estos zapatos sería suficiente para hacer detonar explosivos. "Para ser honestos, no sabemos que zapatos así están disponibles en el mercado pero estamos controlando. No lo hemos liberado aún pero si determinamos que es inocente, con seguridad lo dejaron ir", agregó el funcionario.
Los zapatos 'Good Vibrations' ('Buenas vibraciones') se describen en un sitio web como "diseñados para alejar con masajes los dolores a lo largo del día en lugar de que después de que el daño esté hecho". En otra se destaca que aunque los aparatos vibradores diseñados para masajear los pies están disponibles desde hace años, la innovación de este producto consiste en su portabilidad.
Son obra del podólogo Richard Koenig y se vendían a un precio de unos 60 dólares, según referencias en algunas webs.
Faiz Mohammad, de 30 años, permanece de momento encerrado sin sus zapatos vibradores. La alarma saltó cuando intentaba coger su vuelo de Thai Airways con destino Muscat, en el emirato de Omán. No sería la primera vez que un terrorista intenta colar en un avión una bomba en unos zapatos. Reuters recuerda el caso del islamista integrista británico Richard Reid, quien en 2001 intentó hacer explotar un vuelo sobre el Atlántico.

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Que lo aclaren pronto que si son zapatos para masajes de los pies no es un terrotista, eso sí, no tenía ni idea que existían esos zapatos, los del aeropuerto tampoco, van a tener que aclarar si los permiten o no, que va a ser que no seguramente, ¿buenas vibraciosnes?, no son buenas las vibraciones que lleva sintiendo este hombre desde que quiso volar