Los océanos del Ártico y la Antártida comparten más de 200 especies pese a que están separados por más de 13.000 kilómetros de distancia. El hallazgo de vida idéntica en ambos polos se ha convertido en un nuevo misterio cuyos orígenes están tratando de desvelar los científicos.
Estas 235 especies compartidas son la última sorpresa del proyecto internacional Censo de la Vida Marina (COLM), (según sus siglas en inglés), que consiste en realizar el inventario más completo jamás realizado sobre todo ser vivo que habita los mares de la Tierra.
Los investigadores ya contaban con encontrar en ambas zonas del planeta, animales como ballenas grises o aves migratorias, pero no sabían que también se toparían con los mismos gusanos, crustáceos o caracoles pterópodos, un hecho que ha abierto no pocas preguntas sobre cómo y dónde se originaron. Para dar más pistas sobre el asunto está en curso una investigación que desvelará si, tal como parece, el ADN de todos estos animales es exactamente igual o si, a lo largo de la evolución, se fueron adaptando de forma similar a un ecosistema helado, pero no son idénticas.
'Chionodraco hamatus', un pez del hielo de la Antártida. (Foto: Russ Hopcroft /COLM)
Otro de los fenómenos que el Censo ha sacado a la luz es que hay seres vivos adaptados a las aguas frías que se están desplazando hacia los polos en una huida del calentamiento que se está produciendo en los océanos. Recientemente también se hizo público un inventario en el que se daba a conocer la espectacular biodiversidad de la Antártida: ya hay censadas 1.200 especies, un número que comparaban con el de una zona tropical como son Las Galápagos.
Todos estos descubrimientos son el resultado de los 18 viajes de exploración realizados con motivo del Año Polar (2007-2008), en algunos de los cuales los biólogos tuvieron que bregar con olas de hasta 16 metros de altura, en el caso de la Antártida, o trabajar con vigilancia armada para evitar ataques de los osos polares, en el Ártico.
El proyecto del Censo de Vida Marina se puso en marcha en el año 2000, con la participación de miles de científicos de 82 países, y está previsto que se presente completo en Londres en octubre de 2010.
Proyecto mundial
«Los mares polares, lejos de ser desiertos biológicos, están vertiendo una cantidad y una variedad asombrosa de vida», señala Ian Poiner, miembro del comité científico del proyecto. «Solamente gracias a la colaboración de 500 personas de más de 25 países es posible afrontar los desalentadores desafíos ambientales y realiar una investigación a esta escala. Ahora la Humanidad comienza a ser consciente de la naturaleza en estas regiones», añade Poiner.
Hasta ahora, el equipo polar del Censo ha localizado 7.500 especies en la Antártida y 5.500 en el Ártico, de un total mundial de entre 230.000 y 250.000 especies marinas; ha mapeado su distribución en las áreas con más biodiversidad; y ha documentado cómo varía el tamaño de los grupos más numerosos de peces según el alimento.
Antes de emprender estas expediciones, se pensaba que la diversidad de la vida era baja en los polos, algo que han desmentido los datos recogidos en más de un millón de localizaciones. Algunas son lechos marinos que han quedado a la luz con el calentamiento global, tras estar 10.000 años cubiertos por el hielo.
Una de las revelaciones importantes ha sido que la Antártida es una sola provincia biológica, pese a los 8.500 kilómetros que separan ambas orillas. ¿Se ha igualado esa vida marina por la corriente circumpolar antártica?, se preguntan los expertos.
Los exploradores también han descubierto que los ciclos glaciares durante millones de años hicieron de este continente una incubadora fría de especies que hoy habitan en aguas más al norte y creen que sus mares aún restauran regularmente los océanos con nuevas variedades de arañas o camarones.
elmundo
Parece increible que en el polo norte y en el sur, en sus cercanías, existan las mismas especies ya que no se comunican entre sí, el clima es parecido, pero hay diferencias, hay un continente al sur y más bie hielo al norte, no se pueden comunicar entre sí debido a la distancia y zonas cálidas que los separan, está muy biene ste proyecto de censar las especies existentes en dichos mares, mucha gente implicada, eso es muy bueno, en cuanto al calentamiento ya dice que se está produciendo un desplazamiento de las especies de aguas templadas hacia zonas más próximas a los polos, el indicador animal no hay que despreciarle, se sabe que los animales se inquietan y pueden ser un muy buen sensor de terremotos ya que son más sensibles que nosotros y pueden estar captando los movimientos o vibraciones anteriores al gran colapso, así que a apliocarse que el planeta debe de ser respetado, de nada te sirve cuidar tu casa, que no deja de ser un espacio personal si no cuidas tu planeta que es el auténtico espacio, puede que cuando no se pueda vivir en el planeta tu casa esté perfectamente habitable pero dime tú a mí de qué te sirve, al final del artículo habla de las glaciaciones y es que hubo cuatro , son períodos de tiempo de clima más frío con más masa de hielo en los polos y en las alturas, el clima lluvioso tropical se volvía árido en períodos y lluvioso en otros, con unos espacios interglaciares considrándose la última finalizada en el Holoceno, hace 10.000 años, estamos por tanto en una época interglaciar, bueno a aplicarse en el estudio de las especies que habitan las zonas frías que debemos de conocer bien nuestra planeta, nuestra casa.
4 comentarios:
Interesante artículo. Un abrazo
Si. además he intentado conciencia a la gente en el comentario mío que va a continuación.
un fuerte abrazo pro-mágica
buen artículo y muy bien tu razonamiento silvo, se nota que eres de ciencias
Muchas gracias anónimo, si he tenido que estudiar el comportamiento animal como posible detector de terremotos, y en mi comentario de debajo del artículo pretendo concienciar a la gente que en realidad la casa de cada cual es el planeta, de nada sirve cuidar la que tenemos reconoccida, ¿de qué sirve una casa en un planeta muerto?, muchas gracias anónimo y saludos
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