La voluntariedad es muy importante

Para cada uno de nosotr@s lo nuestro es lo más importante, no es de extrañar dado que nuestra vida es nuestra, es corta y sabemos que tiene un final, desconocemos lo que puede haber detrás, no pretendo entablar una discusión entre creyentes y no creyentes. Si la energía es igual a la masa por el cuadrado de la velocidad de la luz, y la energía ni se crea ni se destruye si no simplemete se transforma, menos una pequeña cantidad que se va en el desorden ( entropía), esa igualdad nos lleva a que una disminución de la masa, para que la energía siga siendo la misma, debe de aumentar la velocidad de la luz y no parece que mucho, comparado con la disminución de la masa, ya que está al cuadrado.

Bien decía que nuestra vida es muy importante para nosotr@s y cada un@ para sí la suya, luego estamos rodeados por gente que tiene los mismos problemas que nosotros, vivir una vida lo más agradable posible.

El problema surge cuando esta reflexión nos lleva a despreciar esa necesidad que tiene el prógimo, la misma que la nuestra repito, y somos capaces de llevar a cabo auténticas salvajadas como algunas de las que salen en los medios de comunicación, en este blog hay ejemplo de ellas.

El fallo principal puede estar en el la ausencia o silencio de mecanismos, quizás debido a una educación inadecuada, quizás a la falta de una voz que recuerde quienes somos realmente, somos muy importantes, presumimos de ser el ser más perfecto en este pequeño átomo del Universo que es el planeta Tierra, pero en realidad somos parte de un todo, somos uno con el Universo, nuestras acciones influyen en él.

En cuanto a ver a l@s demás, única y exclusivamente como algo de lo que sacar provecho, parece cada vez más extendido, y nos lleva a lugares sin retorno, en relacciones humanas, sin darnos cuenta que, en realidad perdemos todos, quien las realiza obtiene bienes pero no obtiene voluntades, es de naturaleza muy pobre conformarse con eso, !pobres!, se creen que conquistan voluntades porque desconocen el sentido de la auténtica conquista.

La voluntad solamente se conquista cuando es voluntaria