La Casa de Viriato se reconstruye utilizando restos arqueológicos

Un montón de piedras, sin aparente importancia, se acumulan en los alrededores de la remodelada Casa de Viriato, en Torrefrades. El legendario inmueble, sobre cuyo asentamiento se data el nacimiento del héroe lusitano, acaba de ser rehabilitado dentro de un proyecto de recuperación de la arquitectura popular en el que se han invertido 59.496 euros, según informa «La Opinión de Zamora», del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA. Las piedras y restos de valor histórico y patrimonial que formaban parte de la antigua construcción han tenido destinos bien diferentes. Unas se han reutilizado, otras han sido víctima del expolio y algunas más permanecen amontonadas sin control alguno. El aparente descontrol ha sido objeto de alguna denuncia por la falta de consideración hacia un legado de estimable valor arqueológico y patrimonial. La obra ha modificado la imagen de un edificio rescatado del olvido para reconvertirlo en centro social y de otros usos municipales, tal y como venían demandando los vecinos. Pero si algo ha llamado la atención de quienes lo han visto, es la utilización del elementos históricos como material para realizar la reconstrucción de la Casa de Viriato. Estelas romanas, inscripciones de cruces, piedras labradas, discos solares o aras romanas han sido reutilizadas para levantar las paredes del nuevo edificio. De tal forma que ciertos restos de la antigua edificación aparecen intercalados entre las piedras como decoración ornamental en los cuatro muros que forman la llamada Casa de Viriato, antaño utilizada como Casa de Procuradores, escuela o almacén de la documentación del desaparecido Ayuntamiento, antes de su anexión a Bermillo en la década de los sesenta. La intervención realizada en el emblemático edificio tampoco ha dejado rastro de las pinturas murales que ornamentaban el interior, representando cortinajes, borlas, ángeles o figuras geométricas. Entre los escombros se ha podido observar algún resto de esas pinturas, completamente desaparecidas con la reconstrucción de las paredes en ladrillo, modificando la imagen de las estancias de la casa que lleva el nombre del pastor lusitano que hizo frente al poder romano. Cuenta la leyenda que cerca del llamado Teso de Bárate, Viriato venció a uno de los cónsules romanos, magnificando la figura de uno de los personajes que han marcado la historia de Zamora. Ninguna de las promesas de las administraciones para recuperar la Casa de Viriato llegó a hacerse realidad. La obra, promovida por el Ayuntamiento de Bermillo, ha sido posible gracias a una importante subvención del grupo de acción local, Aderisa. Con una inversión total de 59.496 euros, el Consistorio ha recibido el 77,05% de subvención (45.845 euros) para la rehabilitación y mejora de la edificación que podrá ser disfrutada por los vecinos después de años en un estado de total abandono. Del edificio del siglo XVIII sí se ha conservado un gran sillar con la inscripción que estaba sobre el zaguán. «Año 1784. Se edificó este palacio de Biriatos (sic) por mandato de don Francisco Ribera, siendo procurador». El ruinoso edificio se ha reconvertido en un centro adaptado para futuros usos sociales. Las piedras talladas, elementos funerarios y restos arquitectónicos revelan la importancia histórica, aunque resulte inexplicable el destino de ciertas piezas en una obra financiada con fondos públicos. Ya cuando comenzó la restauración de la Casa de Viriato, se denunció la desaparición de piedras talladas y la destrucción de restos romanos. Incluso alguna persona se ha visto obligada a devolver alguna estela abandonada que se había llevado y que posteriormente se ha depositado en el Museo Provincial, a instancias del propio Ayuntamiento de Bermillo. Otros restos no han corrido la misma suerte.

No se si reirme o llorar, que los que se preocupan de la cultura, quieren tener la casa de Viriato, sean tan zotes, reconstruir los muros con otros restos auténticos..., jope lo que se debe de hacer es recoger trozos de la misma roca que la original, y mismo tamaño, así se tendrá la casa sin destruir restos muy importantes y se parecerá mucho más a la original.

Vale más quedarse sin dicha casa que la destrucción de muchas piezas de las relatadas en el artículo, pero lo mejor, sin duda es restaurarla con rocas iguales, las rocas son para los muros hasta que dejan de ser simples rocas y eso sucede cuando el mundo de la cultura actúa sobre ellas creando estelas y obras de arte en general.

si los que se preocupan por la cultura cometen esta barbaridad qué no harán el resto de mortales.

lne