lunes, 28 de noviembre de 2011

Haruki Murakami

Un caballero es quien hace, no lo que quiere, sino lo que debe hacer

Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, ¿Sabes que pasa? Que acaba por no saber incluso lo que quiere

El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infrigimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica

Pero, a fin de cuentas, ¿Quién puede decir lo que es mejor? No te reprimas por nadie y, cuando la felicidad llame a tu puerta, aprovecha la ocasión y sé feliz

La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella

La primera es impepinable si además coinciden lo que quiere con lo que debe hacer: miel sobre hojuelas

La segunda es llegar a confusión debido a no conseguir nada de lo propuesto

La tercera no hay que perdérsela aunque sea más larga, el odio daña, y mucho, a quien le tiene

La cuarta es un consejo, vive

La quinta nos habla de que la muerte es transición no final

2 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

Con la primera en total acuerdo.
Con la segunda, pienso que muchas veces no se consigue lo que se quiere, debido a ponernos metas inalcanzables de esa forma nos creamos ese sentimiento de frustación y los únicos culpables somos nosotros mismos.
El odio para mi, es un total desconocido jaja.
La cuarta pienso que tiene mucha razón, aunque no siempre se puede uno dejar llevar, hay cosas que nos paralizan y no nos dejan ser todo lo felices que desearíamos y a veces en contrapartida nos hace muy infelices.
De la muerte en total acuerdo, para mi que solo es un cambio más.
Muy buena noche Silvo
Besos

silvo dijo...

Muy cierto Verónica, seguramente en esa cuarta se refiera más bien a que sigamos nustra intuición más que lo que nos pueda ser aconsejado pero somos nosogtros mismos quienes nos ponemos las tyrabas muy a menudo, lo del odio es que es tan elemental y sin embargo yves gentes instaladas en él que hasta dan pena,la muerte es algo natural y para las metas que nos pongamosn debemos estar preparados por si no salen bien, un abrazo y buen día verónica!