lunes, 26 de abril de 2010

Evita un atraco y nadie evita su muerte

Se llamaba Hugo Alfredo Tale-Yax. Tenía 31 años y nació en Guatemala. Era uno de tantos inmigrantes anónimos que se quedó sin trabajo y sin techo. Murió apuñalado, en las aceras de Nueva York, por intentar defender a una mujer durante un atraco. Estuvo tirado durante más de una hora en plena calle, junto a un charco de sangre. Veinticinco personas pasaron a su lado; casi todos le ignoraron.
El vídeo de una cámara de seguridad, en la calle 144 de Jamaica, Queens, recogió su agonía y muerte ante el trasiego de viandantes. Uno llegó a moverle, vio la sangre reciente y siguió su camino. Otro le hizo una foto con el móvil. Pero la mayoría no ralentizó siquiera el paso.
En todo ese tiempo, la policía recibió únicamente dos llamadas alertando sobre la presencia de un hombre herido en plena calle: las dos dieron la dirección equivocada. La tercera llamada, a las 7,21 de la mañana, sirvió por fin para que la policía diera con el paradero del inmigrante guatemalteco. Ya estaba muerto.
Su cadáver será repatriado, mientras la policía busca al asesino y la ciudad entera se pregunta hasta qué punto hemos llegado de insensibilidad e indiferencia ante el drama humano.
"La gente se preocupa sólo por sus propios asuntos", explica al New York Times Juan Cortez, inmigrante también, ganándose la vida con el reciclaje de latas. Alexis Pérez, superintendente del edificio frente al que ocurrió la puñalada, se justificaba alegando la cantidad de "borrachos" que transitan la zona...
Puede que mucha gente no reparara en que Hugo Alfredo estaba malherido o muerto. O puede que sí, pero todos estaban demasiado concentrados en sus propios pasos como para reparar en el charco de sangre en plena acera, como lo demuestra el escalofriante vídeo difundido por el New York Post.
A la memoria de los neoyorquinos ha venido estos días el caso de Kitty Genovese, asesinada en 1964 también en Queens, ante la indiferencia de sus vecinos que no quisieron "escuchar" sus gritos de auxilio. Los psicólogos hablaron entonces, como hablan ahora, del "fallo moral" de una sociedad que ha perdido lamentablemente la empatía ante el dolor ajeno.


elmundo

Necesitamos un rearme moral, valorar lo que vale y no el valor artificial de las cosas, este hombre ayuda a alguien y le cuata la vido, porque es temprano, porque pasa gente, alguna nicuenta se daría, otra quizás sí pero están a sus asuntos mundanos, cuando hay una vida en peligro, nada más importante que ello, algunos al menos lo intentaron, y la chica ¿se fue?, la ayudan y se va, lo dicho necesitamos que la escala de calores sea más natural ue la que existe es inhumana y cruel, dejo una URL con el vídeo, URL:
http://www.elmundo.es/america/2010/04/26/estados_unidos/1272305398.html

4 comentarios:

pro_magicalonso dijo...

Ayuda y le matan por ello, una pena, pero peor y lo más indignante es la gente que pasaba por ahí y nadie hizo nada, claro cuando llegaron los médicos ya nada podían hacer después de tanto tiempo. Un abrazo

silvo dijo...

Es muy triste el grado de insensibilización al que estamos llegando, si le coegen a tiempo estaría vivo

Un fuerte abarzo y gracias pro_mágica

N. Matsuda dijo...

Estamos perdiendo la esencia de lo que somos, humanos, es un lastima!!

silvo dijo...

So, dejamos de ser lo que se entiende por humanos, con lo necesario que es, bsss lunatica