miércoles, 8 de junio de 2011

Vamos, que me aburro

4 comentarios:

Unknown dijo...

¡Me encanta la foto! Es que, a veces, los papás creemos que, por ser papás, debemos encarcelar nuestro niño interior, porque eso no "pega" con un señor maduro hechho y derecho... Y siempre he dicho que la edad no la marca el calendario, la marca el espíritu... Y creo que no hay etapa más inocente, más ingenua, más sincera, más feliz realmente que la que vivimos cuando somos niños... ¿Por qué, entonces, no aprovechamos a sacar a nuestro niño interior y le permitimos jugar con nuestros hijos? Creo que, así, aprenderíamos mucho tanto ellos como nosotros...

En cuanto al famoso rayo, a mí ya me había pasado algo parecido hace bastantes años: estaba planchando también aquí, en el ático, y había tormenta eléctrica… Y yo tampoco hacía mucho caso a eso de que, habiendo para-rayos en la casa, un rayo pudiera entrar en el interior de la vivienda y cascar electrodomésticos, ordenadores o cualquier aparato que tuviera que ver con la electricidad… Tal vez no lo creáis, pero, al estar planchando y ser verano, tenía abiertas las puertas de la terraza-mirador que entonces teníamos aquí… ¡Y juro por Dios que un rayo entró y su para-rayos fue la punta de la plancha! Creo recordar que estaba de pie porque yo estaba colocando lo que acababa de planchar… Pero el espectáculo fue increíble… Como si una estrella se metiera en tu casa y todo desapareciera por la intensidad de su luz… Supongo que por ser la plancha de plástico y estar apoyada en ese material (no recuerdo el nombre) que evita que las descargas del aparato puedan afectarnos, no ocurrió ninguna desgracia… Bueno, desgracia sí: la pobre plancha dio su vida por las nuestras… Pero siempre me he preguntado qué habría ocurrido si, cuando entró ese rayo, yo hubiera estado planchando… Porque no habría tenido el pico de plancha como para-rayos… Y ¿por qué entró en casa cuando justo encima está el para-rayos? Son historias y anécdotas que nos suceden y no sabemos por qué… Pero ya dicen que todo lo que nos ocurre en la vida tiene una razón y que nada sucede por casualidad… ¡Uff!

Un beso y una flor!

silvo dijo...

No sabemos lo que podemos perernos por no estar en onda con los hijos, sin perder autoridad se puede esyat genial, en fin los rayos son un peligro así que menos mal que la plancha le ha frenado, un abrazo Amada Amante

La utopía de Irma dijo...

jajajaja una foto de lo más simpática pero que mala pluma tiene el canijo.

Un abrazote utópico, Irma.-

silvo dijo...

es lo que trae no hacer caso jaja, un abrazo Irma!