La Montaña Palentina acumula gestas heróicas en las que no sólo el ascenso tiene una gratificación moral individual y colectiva. También el altruismo y la generosidad de las que en numerosas ocasiones hacen gala los montañeros cotizan al alza, como la pequeña historia que se ha vivido en la localidad palentina de Cardaño de Abajo, con el montañero de Velilla Raúl Mazuelas como protagonista, junto con un perro labrador retriever de siete meses, de nombre Kopi.
El pasado 28 de enero, Mazuelas emprendió la subida al conocido pico Espigüete (2.450 metros) seguido muy a su pesar de Kopi, al que no consiguió convencer de que regresara a su casa. Horas después, Raúl consiguió coronar la cima, pero el perro no, ya que se resbaló y bajo rodando unos 100 metros, quedando desaparecido. Al bajar, el montañero no logró encontrar al can., ni tampoco la zona de la montaña en la que había quedado perdido el perro.
En los tres días siguientes se realizó una búsqueda incesante del animal, en las que participaron vecinos de Cardaño, familiares y celadores de Medio Ambiente de la Junta. La búsqueda resultó infructuosa, ya que la nieve y la niebla, y sobre todo las bajas temperaturas, muy por debajo de los cero grados, hicieron imposible localizar al cachorro.
Sin desanimarse, el dueño del perro, Benjamín Martín, consiguió hacerse con el teléfono del montañero, al que relató lo ocurrido y le solicitó ayuda para buscar al animal. Con pocas esperanzas de encontar a Kopi con vida, Raúl Mazuelas se mostró dispuesto a subir de nuevo al Espigüete para tratar de localizar al perro. «Le llegamos a ofrecer una cantidad importante de dinero si podía recuperarlo, a lo que respondió rotundamente que el no quería dinero», señala Benjamín Martín, que ha querido que la historia salga a la luz para que se valore el esfuerzo del montañero.
El pasado lunes, cuatro días después de la desaparición, el montañero volvió a emprender el ascenso al pico con el único objetivo de rescatar a Kopi, al que finalmente encontró con vida y en perfecto estado, aunque un poco más delgado, según relató Mazuelas al propietario desde el teléfono y todavía en el Espigüete. «Era un momento de satisfacción inmenso, pero todavía quedaba la dura bajada, pero que terminó con resultado satisfactorio», relata Martín.
«Quiero agradecer a Raúl su hazaña y que no caiga en el olvido, y que se recuerde también a todas aquellas personas que han perdido la vida en la Montaña Palentina, ya que para mí son dignos de admirar por el valor que presentan ante las adversidades y el respecto por la naturaleza que tienen todos», señala finalmente Benjamín Martín.
nortecastilla
Yo que me gusta el montañismo puedo dar fe de lo que se cuenta en esta preciosa historia, son de otra pasta, tienen un gran sentido de aprecio a la naturaleza y este no dudó en ir a por el perro y sin cobrar, las sensaciones de la montaña, ese esfuerzo esa lucha contra tí mismo recompensada por esa paz y esa alegría cuando se consigue el objetivo es algo extraordinario y eso hace amar la naturaleza, la inanimada y la animada, felicidades por haber aparecido el perro sano
Clasificación GP de Malasia 2011
Hace 13 años
2 comentarios:
Bonita historia y con final feliz. Un abrazo
So, es una historia preciosa y esta vez todo ha salido bien, una alegría para todos que no viene nada mal
Un fuerte abrazo pro_mágica
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