sábado, 6 de febrero de 2010

Un anciano de 97 años persigue en bici a un ladrón y logra su arresto

Con 97 años no dudó en subirse a una bicicleta para perseguir al atracador que momentos antes le había robado 500 euros de su paga y la cartilla del banco. Su proeza sirvió para que agentes de la Policía Local localizasen al delincuente justo cuando salía de un taxi con el que pretendía despistar a sus perseguidores. La jugada no le salió como pensaba. La que consideraba una débil víctima resultó ser una pieza dura de roer.
Los hechos ocurrieron alrededor de las doce del mediodía en la carretera Piles-Infanzón, en Somió, a la altura de un centro de jardinería. L. F. G., de 97 años, regresaba del banco cuando le abordó un joven de 27 años, E. Z., originario de los países del Este. Le metió la mano en la chaqueta y le arrebató 500 euros y la cartilla de su entidad bancaria que acababa de utilizar. El ladrón echó a correr en dirección a la playa de San Lorenzo.
El anciano no se lo pensó dos veces: cogió una bicicleta que estaba aparcada a las puertas de la tienda de mobiliario de jardín y arrancó en pos de su atracador. En la veloz persecución, le pidió ayuda a una mujer con la que se topó en su recorrido. «Avise a la Policía, me han robado», dijo escuetamente. Y así lo hizo la testigo, que alertó al momento a la Policía Local de lo que estaba pasando a través de su teléfono móvil.
Taxi en Aquilino Hurlé
El delincuente continuó corriendo por el Muro. Su perseguidor le seguía subido en la bicicleta, limitado en ocasiones por el tráfico y los peatones. Al comprobar que le seguían los pasos, E. Z. giró hacia Aquilino Hurlé, en La Arena, y cogió un taxi en la parada de esta calle. Para entonces se había sumado a la búsqueda la Policía Local.
Los agentes del 092, 'guiados' por el anciano hasta el atracador, le siguieron hasta que llegó a Magnus Blikstad, tras recorrer media ciudad, y se apeó del taxi. Entonces le vieron entrar en un establecimiento y aprovecharon la ocasión para detener al joven, acusado de un delito de robo.
Recuperaron los 500 euros sustraídos al anciano y también la documentación bancaria. Al presunto delincuente lo trasladaron a la comisaría, desde donde pasará a disposición judicial. A pesar de sus 97 años, L. F. G. pudo recuperar su paga mensual gracias a su rápida reacción y a una persecución en bici con la que se quitó ochenta años de encima.


elcomercio

Eso se llama persistencia, con 97 años y en bicicleta tras el ladrón, colaboró una señora con la llamada a la policía, le ha salido mal, es curioso pero ha venido mucha gente que no se dedica a trabajar precisamente, jajaj hora que lo pienso no se de que se queja el anciano si él tobó una bici jaja, el dueño de la misma dará por bien empleado ese uso temporal de la misma jaja

4 comentarios:

Fiebre dijo...

¡Ole, ole y ole!
Menudo "Abuelocop". Si muchos fuésemos así de persistentes el mundo sería de otra manera.
Sobre todo los políticos que en otros paises europeos y modernos no hay tanto miramiento con el delincuente.

silvo dijo...

Así jhay que actuar que se aprovechan de nuestros miedos, aquí, a veces, tratan peor a la gente norrmal que ha cometido un error, un beso Fiebre

pro_magicalonso dijo...

Un gran ole por este señor. Un abrzo

silvo dijo...

El superabuelo consiguió que el delincuente no se saliera con la suya, un ole y un apaluso

Un fuerte abrazo pro_mágica y gracias