Cinco metros de altura y cerca de doce centímetros de diámetro son los números de, cuando menos, una más que peculiar planta de girasol que Gerardo Romarís y José Ramón Chapas -dos conocidos vecinos de la villa- cuidan con esmero en una huerta urbana situada en pleno centro de Negreira.
Pero tanta fue su preocupación por este girasol que, aún habiendo plantado algunos ejemplares más, únicamente este les llevó a regarlo con vino Mencía ante la falta de agua en la huerta. El caso es que los resultados saltan a la vista. Fuese a causa del vino o no, el ejemplar sigue creciendo sin parar para gran asombro de los constantes curiosos que hasta allí se acercan para dar fe de sus cinco metros de altura -medidos a propósito-, y para lo que fue necesario sujetar la planta a una caña.
Por lo de pronto, tanto Gerardo como José Ramón piensan seguir cuidándola, dado su excelente estado, agradeciendo a Suso, de la cafetería Bolero, su inestimable colaboración, si bien parecen haber reconsiderado que lo mejor, de ahora en adelante, «vai ser regala máis con auga», según explica Gerardo Romarís.
lavozdegalicia
Si le quitáis el vino quizás no crezca tan deprisa, se ve que le sienta bien, encima estará acostumbrado a semejante bebida, ¿a qué sabrán sus pipas?
Clasificación GP de Malasia 2011
Hace 14 años
2 comentarios:
Vaya con la planta, eso es que le gusta el vino :-)
Un abrazo
Jajaj si le dan agua solamente mustiará seguro jaja,
Un fuerte abrazo pro_mágica
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