2.000 toneladas de agua, equipos de trabajo sin descanso y una lucha contrarreloj que siete días después de la crisis nuclear desatada en la central de Fukushima empieza a tener su pequeña recompensa.
Los ingenieros de la planta nuclear han informado de que se han logrado algunos avances en su misión por detener el desastre nuclear en la central dañada tras el terremoto y el posterior tsunami, aunque el temor a las fugas radiactivas sigue presente en la mente de muchos.
Las tareas se centran en controlar la planta y en intentar que la situación no acabe en un desastre nuclear. El gobierno ya ha anunciado que la central no volverá a entrar en funcionamiento, dados los graves problemas que ha sufrido, aunque dependerá de Tepco tomar la decisión final sobre el futuro de Fukushima.
300 técnicos luchan en la zona de peligro por salvar la planta con camiones cisternas y toneladas de agua, que tras 13 horas de trabajo ininterrumpido en el reactor número 3, el más peligroso de los seis que componen la central debido a que contiene una mezcla de uranio y plutonio, , han logrado estabilizar.
Aunque en un principio volvió a aumentar la presión en el núcleo de este reactor, posteriormente Tepco, la empresa operadora de la planta, informaba que el agua había logrado estabilizarlo. Además se ha conseguido vertir unas 80 toneladas de agua también el reactor 4, que sufre también problemas en su piscina de combustible.
El trabajo también pasa por llevar energía a las bombas de agua, usadas para enfriar el combustible nuclear sobrecalentado de los reactores. Los técnicos japoneses conectaron un cable de energía a los reactores número 1 y 2, con la esperanza de restaurar el suministro eléctrico para probar el encendido de las bombas. Y lo lograron, por el momento, en el número 2, según la agencia de noticias Kyodo News. Ahora tratarán de llevar el cable a los reactores 3 y 4, algo que pueden lograr en los próximos días.
No obstante, dada la magnitud del daño, no es seguro de los sistemas de refrigeración funcionen incluso si se restaura la energía. Sin embargo, hay esperanza. "Creo que la situación está mejorando paso a paso", dijo el viceprimer secretario del Gobierno, Tetsuro Fukuyama.
Los ingenieros de la planta nuclear han informado de que se han logrado algunos avances en su misión por detener el desastre nuclear en la central dañada tras el terremoto y el posterior tsunami, aunque el temor a las fugas radiactivas sigue presente en la mente de muchos.
Las tareas se centran en controlar la planta y en intentar que la situación no acabe en un desastre nuclear. El gobierno ya ha anunciado que la central no volverá a entrar en funcionamiento, dados los graves problemas que ha sufrido, aunque dependerá de Tepco tomar la decisión final sobre el futuro de Fukushima.
300 técnicos luchan en la zona de peligro por salvar la planta con camiones cisternas y toneladas de agua, que tras 13 horas de trabajo ininterrumpido en el reactor número 3, el más peligroso de los seis que componen la central debido a que contiene una mezcla de uranio y plutonio, , han logrado estabilizar.
Aunque en un principio volvió a aumentar la presión en el núcleo de este reactor, posteriormente Tepco, la empresa operadora de la planta, informaba que el agua había logrado estabilizarlo. Además se ha conseguido vertir unas 80 toneladas de agua también el reactor 4, que sufre también problemas en su piscina de combustible.
El trabajo también pasa por llevar energía a las bombas de agua, usadas para enfriar el combustible nuclear sobrecalentado de los reactores. Los técnicos japoneses conectaron un cable de energía a los reactores número 1 y 2, con la esperanza de restaurar el suministro eléctrico para probar el encendido de las bombas. Y lo lograron, por el momento, en el número 2, según la agencia de noticias Kyodo News. Ahora tratarán de llevar el cable a los reactores 3 y 4, algo que pueden lograr en los próximos días.
No obstante, dada la magnitud del daño, no es seguro de los sistemas de refrigeración funcionen incluso si se restaura la energía. Sin embargo, hay esperanza. "Creo que la situación está mejorando paso a paso", dijo el viceprimer secretario del Gobierno, Tetsuro Fukuyama.
Progresos, pero sin optimismo
"Estamos haciendo progresos (...pero) no deberíamos ser muy optimistas", dijo Hidehiko Nishiyama, vicedirector general de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón.
De confirmarse el éxito de esta parte de la misión, podría ser un punto de inflexión en una crisis ya considerada tan grave como el accidente de Three Mile Island en Estados Unidos en 1979. Si no, se deberán adoptar drásticas medidas como enterrar la planta con arena y concreto como ocurrió en Chernóbil después del peor desastre nuclear del mundo en 1986.
Mientras tanto, los sistemas de refrigeración han sido restaurados en los reactores menos críticos de los seis, los números 5 y 6, usando generadores diésel. Éstos ya están en 'parada fría' y no existe peligro de fusión del núcleo. "Parece que la situación se ha estabilizado un poco, pero es aún muy seria", dijo Bo Stromberg, analista de la Swedish Radiation Safety Authority.
Por el lado negativo, se han detectado fugas de radiación de la planta, que han afectado a algunos alimentos y el agua. Aunque el temor de la gente a la radiación es profundo, y la ansiedad se ha extendido hasta el otro lado del Océano Pacífico en Estados Unidos, funcionarios del Ministerio de Salud dicen que los niveles hasta ahora no son alarmantes.
La radiación encontrada supera el estándar de seguridad nacional en la leche de una granja a 30 kilómetros de la planta y en cultivo de espinacas en la vecina prefectura de Ibaraki.
"Estamos haciendo progresos (...pero) no deberíamos ser muy optimistas", dijo Hidehiko Nishiyama, vicedirector general de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón.
De confirmarse el éxito de esta parte de la misión, podría ser un punto de inflexión en una crisis ya considerada tan grave como el accidente de Three Mile Island en Estados Unidos en 1979. Si no, se deberán adoptar drásticas medidas como enterrar la planta con arena y concreto como ocurrió en Chernóbil después del peor desastre nuclear del mundo en 1986.
Mientras tanto, los sistemas de refrigeración han sido restaurados en los reactores menos críticos de los seis, los números 5 y 6, usando generadores diésel. Éstos ya están en 'parada fría' y no existe peligro de fusión del núcleo. "Parece que la situación se ha estabilizado un poco, pero es aún muy seria", dijo Bo Stromberg, analista de la Swedish Radiation Safety Authority.
Por el lado negativo, se han detectado fugas de radiación de la planta, que han afectado a algunos alimentos y el agua. Aunque el temor de la gente a la radiación es profundo, y la ansiedad se ha extendido hasta el otro lado del Océano Pacífico en Estados Unidos, funcionarios del Ministerio de Salud dicen que los niveles hasta ahora no son alarmantes.
La radiación encontrada supera el estándar de seguridad nacional en la leche de una granja a 30 kilómetros de la planta y en cultivo de espinacas en la vecina prefectura de Ibaraki.
elmundo
No lanzaremos las campanas al vuelo pero las noticias que llegan de la central no son ya la angustosia lucha infructuosa contre el calentamiento del uranio y la sobrepresión con el consiguiente aumento de redioactividad, ahora se consugue que bajen y se ponen en marcha las bombas que inicialmente estaban para cumplir esa misión y que se quedaron sin energía cuando el terremoto, esperemos que las noticias continúen en esta dirección
2 comentarios:
que bien que mejore
Hay esperanza, un beso y gracias Paula
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