Las autoridades a cargo del rescate de 29 mineros atrapados desde el viernes en una mina de carbón en Nueva Zelanda señalaron este lunes que el peligro de explosiones dificulta la perforación de un túnel de salida.
El jefe de policía Gary Knowles dijo que aún no es seguro que ingresen los equipos de rescate al yacimiento ubicado en Pike River, a la vez que admitió por primera vez que posiblemente algunos de los mineros hayan muerto tras la explosión que causó el derrumbe. Hasta el momento no hay señales de vida de los trabajadores que quedaron encerrados, aunque el director de la mina, Peter Whithall, afirmó creer que los mineros están vivos.
"Estamos previendo la posible pérdida de vidas como resultado de lo que ocurrió bajo tierra", dijo Knowles. La acumulación de gases tóxicos impide avanzar con mayor velocidad en la perforación de un túnel hasta el lugar en que se podrían encontrar los mineros.
Whithall explicó que se está realizando una perforación de 15,3 centímetros en el socavón a través de 162 metros de roca, algo que permitirá que se baje una cámara láser a la mina para comprobar las condiciones y ver si hay señales de vida. La perforación servirá también para tomar muestras de aire para obtener la seguridad necesaria para permitir el ingreso de equipos de rescate.
Knowles dijo que el Ejército ofreció un robot, que se utiliza normalmente para detonar bombas u objetos sospechosos, que llevará una cámara al túnel de acceso de 2,2 kilómetros de la mina cuando se considere que es seguro.
'Sólo recuerdo un destello'
Los trabajadores atrapados tienen edades comprendidas entre los 17 y 62 años. Entre ellos hay 24 neocelandeses, dos australianos, dos británicos y un sudafricano. Sólo dos mineros lograron salir a la superficie con heridas leves tras la explosión de gas en Pike River, al norte de Greymouth, y contaron por primera vez sus historias a los medios locales.
"Creí que estaba muerto", dijo Daniel Rockhouse, de 24 años, que sufrió una explosión a sus pies cuando estaba trabajando lejos del resto de sus compañeros. "Sólo podía pensar en ver a mi mujer y mis hijos de nuevo", declaró al diario 'New Zealand Herald'. Mientras intentaba escapar, encontró a Russell Smith, de 50 años, tendido en el suelo. "Puse mi brazo alrededor de sus hombros, lo cogí lo más fuerte posible y cojeamos a lo largo del próximo kilómetro".
"Sólo recuerdo ver un destello de algo frente a mí y luego me desmayé. No fue sólo una explosión", contó Smith a TV3. "Simplemente no podía respirar y eso es lo último que recuerdo. Después alguien me encontró 15 minutos después o más tarde".
elmundo
Desgraciadamente la minería del carbón presenta muchas más difiicultades que la metálica, como el caso de Chile, aquí hay gases y exprlosiones, posiblñes incendios además del derrumbe, ojalá se encuentre alguno con vida, aunque es muy difícil, por eso me alegraba tanto cuando rescataron a los chilenos porque fue una victoria muy grande contra tragedias como se adivina será esta, aunque solamente sea uno vivo, además de los que pudieron salir ya, comno esos dos, se ayudaron y es que la mina une, ese medio hostil para trabajar une, estoy muy orgulloso de ellos, ojalá se salve alguien de los que están dentro aunque sea muy difícil.
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