martes, 23 de noviembre de 2010

No hay justicia para los "incautos"

El fiscal ha pedido este martes ocho años de prisión para un hombre que dice ser sacerdote y hablar "en nombre de la Virgen" por eludir la tributación a Hacienda de bienes y dinero que obtuvo de algunos de sus seguidores, pero ha estimado que no les estafó, tal y como sostiene la acusación particular.

En la última sesión del juicio celebrado en la Audiencia de Valencia contra el acusado, conocido como "padre Ángel", el Ministerio Público ha concluido que éste eludió el pago a Hacienda de 371.959 euros netos obtenidos de las numerosas operaciones inmobiliarias que realizó con las "aportaciones de la feligresía".

No obstante, ha considerado que el falso sacerdote, al que acusa de dos delitos contra la Hacienda Pública, no estafó a los miembros de la 'Junta de la Esclavitud del Sagrado Corazón de Jesús' ya que, a su juicio, "el Derecho Penal no protege a incautos".

Según el fiscal, resulta "incuestionable" que el demandado defraudó al fisco y ha recordado que el propio acusado ha reconocido que nunca ha declarado una compraventa ni sus rentas personales porque creía que estaba "exento" al ser una persona "religiosa".

Así, declara probado que el "padre Ángel" compró desde 1996 diversas propiedades en diferentes localidades de Valencia que revendió posteriormente obteniendo beneficios, y sin declarar ni la compra ni la venta.

Además, el dinero para hacer estos pagos lo obtuvo a través de préstamos personales que pedían sus "feligreses" a los bancos y abrió cuentas bancarias en cinco entidades financieras.

"Todo el patrimonio adquirido y cuentas bancarias estaban siempre a nombre del acusado y no de su congregación, por lo que resulta objetivo que era él el beneficiario y quien debía declarar el IRPF", ha apuntado.

Así, según el Ministerio Público, haciendo "cuentillas" y "tan sólo sumando y restando" resulta que el demandado defraudó a Hacienda 219.053 euros en el ejercicio de 2000 así como 162.906 euros en 2003, por lo que reclama que se le condene también a un total de 2,3 millones de euros de multa.

"Se trata de un patrimonio no justificado ni declarado y si no que venga Dios y lo vea, nunca mejor dicho", ha añadido.

Por otro lado, estima que los hechos no constituyen un delito de estafa porque entiende que "curanderos, milagreros y personas que se mueven en el mundo esotérico no pueden engañar a una persona de cultura media".

En sus conclusiones finales, la acusación particular ha insistido no obstante en acusar de estafa y de apropiación indebida al "padre Ángel", al que el Arzobispado de Valencia no le ha reconocido como sacerdote, si bien él asegura que fue ordenado a finales de los años ochenta por la hermandad de Toulouse (Francia).

Insiste la acusación particular, que representa a la familia de dos ex feligreses, uno de ellos ya fallecido, en que el hombre es "el único responsable y autor material de un entramado creado para aprovecharse de unas personas con escasas luces y apropiarse de sus bienes".

En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el abogado del Estado ha solicitado que al acusado se le condene, además de por dos delitos contra la Hacienda Pública, a la prohibición de contratar con la Administración Pública por plazo de seis años.

El "padre Ángel" se instaló en Alzira y cada mes subía a un monte para que la Virgen María hablara a través suyo.

Según el relato del fiscal, una de estas ocasiones "la Virgen pidió" que "se construyera un convento" con la aportación de los seguidores para que "la gente pudiera ir a misa".

Posteriormente, fue nombrado presidente de la "Junta de la Esclavitud", y a través de la misma realizó numerosas operaciones inmobiliarias que culminaron con la compra de un convento en Picassent al que adhirió decenas de miles de metros cuadrados de campos anexos, todo ello pagado con aportaciones monetarias y patrimoniales de los fieles.

La Guardia Civil encontró joyas y grandes cantidades de dinero en metálico guardadas en bolsas de plástico cuando registró el convento.

elmundo

Vmos a ver si aclaramos un poco el panorama, está bien que hayan cazado a este indivísuo y le exijan lo que ha defraudado a hacienda, pòr cierto que hay que hacer lo mismo con todos que hay sectas que campean a sus anchas, pero eo de no inculparle ¡de estafa a quienes ha estafado porque la ley no proteje a los "incatos" ya me parece excesivo ya que cualquier estafa es a incautos, y nadoii debe estafar, el estafado tiene derecho a que la ley le ptoteja y le resarza de la estafa, no se por qué hacienda pide el dinero si ha sido una "incauta" hasta ahora, y dado con las calificaciones que "incauto" por extensión puede ser cualquier persona víctima de cualquier delito, hasta de un asesinato, no serías estafa si el indivíduo ese viese a la Vírgen de verdad, si no la ve engaña luego estafa, tampoco sería si el dinero lo empleara en el convento y no en maniobras que le sirven para lucrase, la ley debe protejer a todos los ciudadanos

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