Es complicado encontrar una carrera interpretativa en Hollywood tan prolífica como la de Mickey Rooney, que debutó en un musical a los 17 meses, que empezó en el cine en 1926, cuando las películas eran mudas, y que tenía varios proyectos pendientes cuando falleció este domingo a los 93 años. Rooney era una figura popularísima en Estados Unidos y su imagen de crío gamberro y a la vez viejo cascarrabias ha pasado de generación en generación mientras él seguía trabajando en cine, televisión y teatro, y acumulaba candidaturas y premios —fue finalista al Oscar cuatro veces y recibió uno honorífico en 1982—. De esa veteranía quedan muy pocos actores vivos, si acaso un par de actrices que comenzaron su carrera igual que Rooney, como estrellas infantiles, y, por supuesto, Luise Rainer, la primera intérprete en ganar dos oscars, y que en enero cumplió 104 años.
A Rooney siempre le perseguirá la fama de vividor, de tener buena labia con la que, aseguraba, conquistaba a las mujeres (se casó ocho veces, la primera con Ava Gardner, y tuvo nueve hijos), y de tipo con carácter irascible, como aún recuerdan quienes trabajaron en España con él enLa vida láctea, de Juan Esterlich.
elpais
Descanse en paz, mi pésame a familia, seres queridos y amantes del cine y televisión
4 comentarios:
Descanse en paz.
Le encantaba a mis Padres.
Besos
Muy buen actor, besos y buena tarde Verónica!
Toda una época del cine, de las viejas glorias que aún permanecían con vida.
Cierto Ca Laro, saludos
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