No siento el menor deseo de jugar en un mundo en el que todos hacen trampas
La muerte no nos roba a los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente
Nuestra vida vale lo que nos ha costado en esfuerzo
Nada es verdaderamente grave para los seres incapaces de amar
Los hombres de estado son como los cirujanos: sus errores son mortales
La primera no me extraña, no merece la pena jugar si hay trampas y las hay
La segunda nos deja claro la inmortalidad en quienes fuimos eco de esos seres queridos, muchas veces las personas se enfadan en vida y se produce esa auténtica muerte
La tercera es sobre la valoración de lo conseguido
La cuarta habla de la falta de sentimientos de quien no puede amar
La quienta es para que los hombres de estado la tengan en cuenta
Clasificación GP de Malasia 2011
Hace 13 años
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