Mucho antes de que estallase la revuelta en Túnez, el 17 de diciembre pasado, en la ciudad de Sidi Bouzid, las organizaciones de defensa de los derechos humanos ya se habían posicionado contra el régimen de Ben Ali en primera línea. Curiosamente, encabezadas por un grupo de mujeres. Entre las más activas figura la abogada Radhia Nasraoui, presidenta de la Asociación Tunecina de Lucha contra la Tortura. Nada más enterarse de la sublevación de Sidi Bouzid Nasraoui creó un comité de apoyo a su población.
A lo largo de los últimos años Nasraoui ha sufrido el acoso contínuo de la policía secreta del régimen. Más de una vez su despacho fue saqueado y los neumáticos de su coche reventados sin que las fuerzas de seguridad abrieran nunca una investigación.
Sihem Bensedrine, la portavoz del Comité Nacional para las Libertades en Túnez, una periodista exiliada en Barcelona, donde fue acogida por el grupo Pen Català, fue víctima, ya en 1993, de una modalidad de ataque que la policía política practicaba con las disidentes. Colocó su rostro en lugar del de una actriz pornográfica y distribuyó miles de ejemplares del fotomontaje. Doce años después, la prensa oficialista la acusó de "prostituirse y practicar la sodomía con extranjeros y sionistas".
diariodemallorca
Ya vemos que no tienen escrúpulos para acusar a alguien y luego hay jueces que consenan eso, no hay derecho
Clasificación GP de Malasia 2011
Hace 13 años
2 comentarios:
veo que no solo en argentina plantan pruebas
Lo malo lo copian enseguida, alguien debería hacer pagar a esta gente la falta de escrúpiulos, besos Paula!
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