martes, 22 de junio de 2010

Francisco de Quevedo

El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos.

Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.

El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar.

El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.

Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.

La primera muy cierta ya que no recibirá lo que desea

la segunda es pura apreciación ya puedes tener lo que sea que el codicioso nuca estará conforme y a quien está necesitado lle biene bien casi todo

La tercera es un cvamino lógico que nod ebemos recorrer

La cuarta es esencia de la amistad por eso es tan valiosa

Jjaja la quinta además de verdadera y genial es simpática jajaja

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