El Metro de Madrid en huelga

'Hombre precavido nunca fue vencido'. De nuevo, el refranero español viene como anillo al dedo para dibujar la realidad. La temida huelga de Metro en Madrid -28, 29 y 30 de junio- no hubiera sido tan terrorífica a primera hora de la mañana sino hubiera sido por las decenas de madrileños que, precavidos ellos, han optado por el coche antes de adentrarse en el suburbano y comprobar hasta qué punto era tanta la huelga.
"He tardado casi el doble en venir. La carretera estaba fatal y las colas para subir al autobús eran enormes", aseguraba Patricia, una pasajera del autobús de largo recorrido que viene de San Fernando de Henares.
Como Patricia muchos pasajeros de estos autobuses llegaban a Avenida de América malhumorados por el atasco que han tenido que sufrir. "Los lunes son días malos, pero tanto... No. La carretera estaba intransitable. Coches y más coches. Madre mías, ¡qué horror!", confirmaba otro pasajero.
Pero, no solo los usuarios del transporte público por carretera se han visto afectados por la huelga, los taxistas madrileños han sido los otros 'perjudicados'.
"Esta Madrid de horrores. Los lunes suelen ser días malos, pero ahora que se han acabado los colegios y que la gente ha adelantado su hora de entrada al trabajo con las jornadas intensivas debería circularse mejor y hoy nada de nada. He hecho una carrera de Plaza Elíptica a Callao y he tardado más del doble, así que hoy a armarse de paciencia", explicaba un taxista.
Las cámaras de tráfico del Ayuntamiento de Madrid mostraban a las 10.00 de la mañana atascos en la Calle 30 a la altura de Méndez Álvaro, en la salida a la carretera de Valencia (A-3) y en O'Donnell, mientras que en las calles de Madrid el tráfico era intenso en la Castellana, Cuatro Caminos o Atocha.
Así, de 06.00 a 08.00 horas el tráfico en el centro de la ciudad aumentó un 6,14%, mientras que en la M-30 había un 16% más de coches que un lunes normal.
El Ayuntamiento desprende de estos datos un evidente adelanto de la hora punta de la mañana, que achaca tanto a la huelga del metro como al tráfico ya típico del inicio del verano, con jornadas continuas en muchas empresas y vacaciones escolares.
Mientras, en el metro la situación era de normalidad. Andenes llenos, como es habitual, calor, vagones como latas de sardinas y entre dos y tres minutos esperando el tren. "Yo he venido en la línea 1 y en la 6 y no he tenido ningún problema. El tren ha pasado cada dos minutos tanto en una línea como en la otra", explicaba una mujer a la salida del metro de Diego de León -Línea 4-.
Y así uno tras otro salían los clientes habituales del suburbano. Como cualquier otro día. Sin apenas notar el paro, aunque preocupados por si en lugar de tres días la huelga podía convertirse en indefinida.
Amenaza de huelga indefinida
"La verdad que yo he llegado bien, 'in time', pero me da miedo pensar que sean más días porque igual la cosa empieza a ponerse peor", decía Antonio, otro pasajero, al llegar a Avenida de América.
De hecho, los mayores problemas se han registrado en la Línea 5, pero no por la huelga sino por la avería de un tren en el sistema de apertura y cierre de las puertas que obligó a desalojar la estación de El Carmen con las consiguientes molestas para los pasajeros que han duplicado su tiempo en el metro.
Parece que los servicios mínimos del 50% decretados por la Comunidad de Madrid han funcionado en su primera prueba de fuego: a primera hora de la mañana. Sin embargo, el miedo de Antonio se podría convertir en realidad a partir de este martes, ya que como han avisado los sindicatos, estos servicios del 50% se dejarán de cumplir.
El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, José Ignacio Echeverría, ha cifrado el seguimiento desde las 06.30 horas en un 38%. Ha asegurado que "no hay líneas más afectadas que otras", sino que con la huelga hay en cada línea un tren menos "y eso crea más problemas en cuanto que hay más aglomeraciones en los propios vagones". Además, asegura que ha bajado un 25% los usuarios por la huelga.
Echeverría ya ha advertido a los trabajadores de que el Gobierno regional aplicará la ley. Es decir, en el momento en el que incumplan los servicios mínimos, se les abrirá expediente, que puede acabar en despido.
La normativa laboral recoge que si se demuestra que no se han seguido unos servicios mínimos decretados para una huelga en concreto por decisión propia, es causa de despido procedente, y por lo tanto, los trabajadores podrían perder su puesto de trabajo.
Mientras, los sindicatos han informado de que un 90% de los trabajadores de Metro han secundado la huelga. Así, según los primeros datos hasta las 9.30 horas, en el colegio de oficio, el seguimiento ha sido de un 100%, en el colegio de movimientos (jefes de sectores y conductores) también casi del 100%, mientras que entre los técnicos y personal de administración, el seguimiento ha sido algo menor, un 70%.

elmundo

Supongo el lío que habrá en Mdrid, atentos que continúa mañana y pasado la huelga