miércoles, 18 de enero de 2012

Un 'caza' británico encuentra a un piloto argentino que derribó en Las Malvinas



El proyectil dio en la parte posterior del fuselaje, hubo una fuerte explosión y en menos de un instante, los restos del Skyhawk A-4 quedaron esparcidos en el mar.


Neil Wilkinson, artillero del navío británico HMS Intrepid, podía sentirse orgulloso; en plena guerra de las Malvinas y bajo un intenso bombardeo, él había hecho lo que debía hacer. Ya podía hacer una marca en el cañón Bofors con que había derribado al avión enemigo.

En la víspera, ese mismo cazabombardero había participado en el hundimiento del destructor HMS Coventry, orgullo de la armada británica. Mayor razón para sentirse satisfecho de su proeza. Pero según pasaban los días, a Wilkinson, de 22 años, le resultaba cada vez más difícil conciliar el sueño.

Pensaba constantemente en el piloto de ese avión. En que probablemente no había podido eyectarse del aparato en llamas. Durante años, el marino padeció los efectos de un trauma posbélico.

"Tu trabajo es detenerlos, proteger tu buque. Pensaba en eso, pero no lograba evadirme. Todos los días veía un avión volando sobre mi cabeza, machándome la conciencia...", dijo el artillero a los productores de la cadena BBC, que fueron testigos de uno de los momentos más felices en la vida del ex combatiente: su encuentro con el piloto al que había derribado y que de milagro sobrevivió al impacto del proyectil.

Wilkinson viajó a la ciudad de Córdoba para encontrarse con el comodoro Mariano Velasco, uno de los pilotos más condecorados de la Fuerza Aérea argentina.

"Se quedaron un buen rato en silencio, sin saber que decirse. De pronto se fundieron en un abrazo y se echaron a llorar", contó uno de los periodistas. "Es demasiado fuerte como para ponerlo en palabras. Encontrarme cara a cara con la persona que daba por muerta. Ahora sé que está vivo y que somos amigos", expresó el veterano de la guerra del Atlántico Sur.

Mariano 'Cobra' Velasco y 'Wilkie', como le apodaban sus compañeros a bordo del Intrepid, coinciden en que sus países deben resolver de forma pacífica, el viejo pleito en torno a la soberanía de las Islas Malvinas. En mayo del 2012 se cumplirán 30 años desde el estallido de aquel conflicto.

Pero los gobernantes de ambos países no parecen dispuestos a fumar la pipa de la paz. El encuentro de los dos combatientes se produjo en medio de un pico de tensión en las relaciones entre Argentina y Gran Bretaña.

El Gobierno de Cristina Kirchner obtuvo el apoyo de los países vecinos en su intento por forzar a los británicos a sentarse en la mesa de negociaciones. Brasil, Uruguay y Chile cerraron sus puertos a barcos con la bandera de Falklands, como denominan los ingleses al archipiélago en cuestión.

A su vez, las autoridades isleñas impidieron que un crucero en el que viajaban 30 argentinos, recalara en sus costas.

Neil Wilkinson supo que Velasco estaba vivo por un documental en el que el piloto contaba, con lujo de detalles, como trató de hundir al Intrepid y cómo logró eyectarse del Skyhawk en llamas.

"Yo pensé que estabas muerto. No había manera que saltaras de ese avión", exclamó Neil al palpar a su ex enemigo, mientras que el inquilino de Downing 10 y la inquilina de la Casa Rosada pronuncian discursos patrióticos y echan leña a una hoguera que ya debía estar apagada.

elmundo

Bonita historia por el significado que tiene, no eran enemigos pero estaban, cada uno en un bando, la conciencia no dejaba dormir al inglés, ahora se han reencontrado ya que el argentino (piloto de avión derribado por el británico) sobrevivió, ahora se consideran amigos, no eran ni a hablarse de la emoción, esta es la parte del ser humano que interesa porque es la del acuerdo entre como es uno y como se comporta uno

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por mucha guerra que exista aunque sea tu deber la gente de bien no dormira bien pensando si has matado a alguien

silvo dijo...

Es una alegría saber que el ser humano tiene dentro más de lo que se empeñan que demuestre, saludos anónimo