domingo, 22 de enero de 2012

Nueve años encerrada en un baño; desde los 11 hasta los 20

"Disputa familiar". Con este ambiguo y escandaloso argumento, un habitante de la ciudad palestina de Kalkilia (norte de Cisjordania) mantuvo encerrada a su hija en el lavabo de su casa en los últimos nueve años. La víctima, hoy una joven de 20 años, ha sido rescatada por la Policía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Según el comunicado policial, difundido por varios medios palestinos e israelíes, el padre ha confesado que la encerró en el baño desde que cumplió los 11 años.

Tras recibir un chivatazo por parte de varios vecinos, agentes palestinos acudieron el sábado a la casa para llevar a cabo un registro. Cuando exigieron al padre que abriera el lavabo, éste se negó afirmando que su hija se estaba duchando. "Para preservar su intimidad", les dijo. En ese momento y al escuchar voces, la joven gritó "auxilio" con todas las fuerzas que aún le quedaban. Les dijo que el padre mentía y que tenía la llave. Finalmente, no tuvo más remedio que abrir el cuarto. Los policías encontraron a la hija tirada en el suelo con una manta y almohada. Se había acabado así una increíble pesadilla de nueve años.

Tras agradecer su rescate a los agentes, la joven fue trasladada a una comisaría palestina donde recibió ropa y comida. Desde este sábado, se encuentra bajo la tutela de una trabajadora social.

A primera hora del domingo, aún no se ha revelado la identidad del padre y su hija en un trágico caso que mezcla horror e incomprensión. El detenido deberá explicar qué "disputa familiar" justifica casi una década de sufrimiento en un pequeño cuarto y una infancia robada para siempre.

elmundo

No es justificable tener a una niña perdiéndose la vida en unos años magníficos, va a ser imposible explicar esos 9 años para quien la encerró

2 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

¡Qué barbaridad! esa niña en esos nueve años, debe haber sufrido la peor de sus pesadillas, ojalá no quede impune.
Besos, muy buena noche

silvo dijo...

Una barbaridad Verónica, muy cierto, le pueden haber destrozado toda su vida, no hay derecho!, besos y buena noche!