Niñas y mujeres violadas, palizas, maltrato psicológico, miedo... La terrorífica vivencia sufrida y relatada por los tripulantes del atunero vasco 'Alakrana' durante 47 días de secuestro revelan hasta qué punto están dispuestos a llegar los piratas por un puñado de dólares.
Pero, el feliz final del pesquero español es una excepción. Aún son muchos los buques que permanecen secuestrados en aguas de Somalia donde en lo que va de año se han producido más de 300 intentos de secuestro, según la Oficina Marítima Internacional.
Más de 200 tripulantes permanecen cautivos en los 12 barcos procedentes de ocho países que retienen los piratas del Índico, según fuentes de los servicios de Inteligencia. Además, las cifras demuestran que la piratería se ha convertido en un auténtico negocio para un país -Somalia- donde una larga guerra civil ha dejado a la población sumida en el caos y la violencia.
En total 32 buques fueron secuestrados por piratas somalíes en los nueve primeros meses del año, con 533 tripulantes convertidos en rehenes, 85 barcos fueron tiroteados y una docena siguen en fase de negociación para su liberación. Entre ellos hay cuatro cargueros, dos pesqueros, un petrolero, un mercante y un porta-contenedores.
Y parece que las perspectivas no son muy favorables. La piratería se ha convertido en todo un desafío para la comunidad internacional que de momento se ve incapacitada para encontrar la solución que ponga fin a los secuestros. "La situación se ha convertido en incontrolable", asegura Noel Choong, director del Centro de Observación de la Piratería de la Oficina Marítima Internacional. "La ONU y la comunidad internacional deben encontrar la forma de poner fin a esta amenaza (...) Si no cambian las medidas de disuasión los ataques van a continuar", añade.
Pero, dentro de los barcos que aún permanecen en manos de estos desalmados, el sufrimiento es distinto. Hay buques que llevan meses secuestrados, otros, como el buque griego 'Ariana', secuestrado desde hace seis meses, ha vivido una auténtica pesadilla en la que una niña de 12 años fue violada y maltratada y una de las cocineras sufrió un aborto ante los abusos a los que fue sometido por parte de los piratas.
De todos, el secuestro más largo -siete meses- es el del pesquero chino 'Wynfar 61' que, bajo bandera de Taiwán y con 30 marineros a bordo, fue apresado el pasado 6 de abril. Después, el barco del terror, el 'Ariana', raptado el 2 de mayo, y el neozelandés 'Charelle', en cautiverio desde el pasado 12 de junio. Además, permanecen en manos de los piratas el matrimonio que formaba parte de la tripulación del yate británico 'Lynn Rival', que fue secuestrado el pasado 10 de octubre y abandonado posteriormente.
El caso de este matrimonio demuestra el juego que siguen los piratas. Paul y Rachel Chandler fueron secuestrados cuando navegaban hacia Tanzania. Tras varios días sin saber qué había sido de ellos, los piratas se los entregaron a un grupo terrorista que les obligó a grabar un vídeo en el que desesperados pedían que el Reino Unido pagara el rescate o los "matarían".
"No tengo duda de que no vacilarán en matarnos en una semana (...) Pedimos al gobierno, y al pueblo de Reino Unido y a nuestra familia, que hagan lo que puedan para entrar en negociaciones con esta gente para recuperar nuestras vidas", declararon en el vídeo.
Qué se puede hacer
De un año para otro los ataques con armas a los barcos que faenan en esas aguas han aumentado hasta un 200%. Un incremento que se atribuye directamente a la mayor actividad en la costa somalí, donde se han registrado 47 incidentes en comparación con los 12 que se produjeron en el mismo período de 2008, y a la piratería en el Golfo de Adén, que cuenta ya con 100 ataques frente a los 51 del año pasado.
La situación es tan grave que, pese a la nueva misión aeronaval que la UE lanzará a principios de diciembre, la OTAN, que se ve cada vez más presionada ha empezado a "reflexionar" sobre si es el momento de inmiscuirse en la lucha contra la piratería.
"Es vital que las regiones de Somalia, como Puntlandia, deben seguir tomando medidas para investigar y perseguir a los piratas. Este será el elemento clave para acabar con ellos, muchos más que condenarles o enjuiciarles en un país extranjero", explica el Director del IMB, el capitán Pottengal Mukundan.
El Centro de Información de Piratería ha pedido a la flota de varios países, a los que se ha incluido EEUU, mayor agresividad para hacer frente a esta lacra. "A los piratas nadie les para, los militares únicamente intentan proteger", afirmó un portavoz.
Hasta el momento, la única salida que han encontrado los buques secuestrados es el pago de un rescate, mientras que es realmente ahora cuando los países más afectados, como es el caso de España, han empezado a desarrollar medidas preventivas que pasan por guardias de seguridad a bordo de los barcos o mayor presencia de militar en las zonas más calientes. sin embargo, aún quedan 200 personas cuyo futuro sigue en manos de los piratas.
elmundo
La comunidad internacional está siendo atacada por gentes sin escrúpulos y esta debe actuar para que no se sigan produciendo estos actos ya que se han convertido en una forma de conseguir dinero muy rápidamente y relativamente fácul, llevan armas y los barcos no, lo peor es que ni son elegantes en el trato de las persinas que van a ser el dinero que luego tendrán con el consiguiente rescate, la sociedad tiwne recursos para actuar y debe hacerlo, la circulación marítima no puede estar pendiente de estos "piratas", si no se actía seguirá creciendo
Pero, el feliz final del pesquero español es una excepción. Aún son muchos los buques que permanecen secuestrados en aguas de Somalia donde en lo que va de año se han producido más de 300 intentos de secuestro, según la Oficina Marítima Internacional.
Más de 200 tripulantes permanecen cautivos en los 12 barcos procedentes de ocho países que retienen los piratas del Índico, según fuentes de los servicios de Inteligencia. Además, las cifras demuestran que la piratería se ha convertido en un auténtico negocio para un país -Somalia- donde una larga guerra civil ha dejado a la población sumida en el caos y la violencia.
En total 32 buques fueron secuestrados por piratas somalíes en los nueve primeros meses del año, con 533 tripulantes convertidos en rehenes, 85 barcos fueron tiroteados y una docena siguen en fase de negociación para su liberación. Entre ellos hay cuatro cargueros, dos pesqueros, un petrolero, un mercante y un porta-contenedores.
Y parece que las perspectivas no son muy favorables. La piratería se ha convertido en todo un desafío para la comunidad internacional que de momento se ve incapacitada para encontrar la solución que ponga fin a los secuestros. "La situación se ha convertido en incontrolable", asegura Noel Choong, director del Centro de Observación de la Piratería de la Oficina Marítima Internacional. "La ONU y la comunidad internacional deben encontrar la forma de poner fin a esta amenaza (...) Si no cambian las medidas de disuasión los ataques van a continuar", añade.
Pero, dentro de los barcos que aún permanecen en manos de estos desalmados, el sufrimiento es distinto. Hay buques que llevan meses secuestrados, otros, como el buque griego 'Ariana', secuestrado desde hace seis meses, ha vivido una auténtica pesadilla en la que una niña de 12 años fue violada y maltratada y una de las cocineras sufrió un aborto ante los abusos a los que fue sometido por parte de los piratas.
De todos, el secuestro más largo -siete meses- es el del pesquero chino 'Wynfar 61' que, bajo bandera de Taiwán y con 30 marineros a bordo, fue apresado el pasado 6 de abril. Después, el barco del terror, el 'Ariana', raptado el 2 de mayo, y el neozelandés 'Charelle', en cautiverio desde el pasado 12 de junio. Además, permanecen en manos de los piratas el matrimonio que formaba parte de la tripulación del yate británico 'Lynn Rival', que fue secuestrado el pasado 10 de octubre y abandonado posteriormente.
El caso de este matrimonio demuestra el juego que siguen los piratas. Paul y Rachel Chandler fueron secuestrados cuando navegaban hacia Tanzania. Tras varios días sin saber qué había sido de ellos, los piratas se los entregaron a un grupo terrorista que les obligó a grabar un vídeo en el que desesperados pedían que el Reino Unido pagara el rescate o los "matarían".
"No tengo duda de que no vacilarán en matarnos en una semana (...) Pedimos al gobierno, y al pueblo de Reino Unido y a nuestra familia, que hagan lo que puedan para entrar en negociaciones con esta gente para recuperar nuestras vidas", declararon en el vídeo.
Qué se puede hacer
De un año para otro los ataques con armas a los barcos que faenan en esas aguas han aumentado hasta un 200%. Un incremento que se atribuye directamente a la mayor actividad en la costa somalí, donde se han registrado 47 incidentes en comparación con los 12 que se produjeron en el mismo período de 2008, y a la piratería en el Golfo de Adén, que cuenta ya con 100 ataques frente a los 51 del año pasado.
La situación es tan grave que, pese a la nueva misión aeronaval que la UE lanzará a principios de diciembre, la OTAN, que se ve cada vez más presionada ha empezado a "reflexionar" sobre si es el momento de inmiscuirse en la lucha contra la piratería.
"Es vital que las regiones de Somalia, como Puntlandia, deben seguir tomando medidas para investigar y perseguir a los piratas. Este será el elemento clave para acabar con ellos, muchos más que condenarles o enjuiciarles en un país extranjero", explica el Director del IMB, el capitán Pottengal Mukundan.
El Centro de Información de Piratería ha pedido a la flota de varios países, a los que se ha incluido EEUU, mayor agresividad para hacer frente a esta lacra. "A los piratas nadie les para, los militares únicamente intentan proteger", afirmó un portavoz.
Hasta el momento, la única salida que han encontrado los buques secuestrados es el pago de un rescate, mientras que es realmente ahora cuando los países más afectados, como es el caso de España, han empezado a desarrollar medidas preventivas que pasan por guardias de seguridad a bordo de los barcos o mayor presencia de militar en las zonas más calientes. sin embargo, aún quedan 200 personas cuyo futuro sigue en manos de los piratas.
elmundo
La comunidad internacional está siendo atacada por gentes sin escrúpulos y esta debe actuar para que no se sigan produciendo estos actos ya que se han convertido en una forma de conseguir dinero muy rápidamente y relativamente fácul, llevan armas y los barcos no, lo peor es que ni son elegantes en el trato de las persinas que van a ser el dinero que luego tendrán con el consiguiente rescate, la sociedad tiwne recursos para actuar y debe hacerlo, la circulación marítima no puede estar pendiente de estos "piratas", si no se actía seguirá creciendo
2 comentarios:
Se deberían poner de acuerdo todos los países y mandar ahí ejercitos de varios y verás como pronto se acababa con la piratería. Un abrazo
Si pro_mágica hay que controlar y volver seguras las rutas marítimas, las medidas deben ser globales y que no tarden mucho que estos se animan unos a otros
Un fuerte abrazo y gracias
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