Herido un guardia civil al ser arrollado en Ujo por un coche que huyó de un control en Oviedo

Un guardia civil de Mieres, P. S., de 37 años, resultó herido de suma gravedad la madrugada de ayer tras ser arrollado por un coche cuando realizaba un control en el enlace de Ujo, que conecta la autovía AP-66 con el concejo de Aller. Los autores del atropello, dos hermanos con antecedentes, fueron detenidos anoche, tras 21 horas de intensa búsqueda, en Caborana. El conductor, M. R. G., de 22 años, fue localizado pasadas las diez de la noche en una casa abandonada de la localidad allerana, cerca del pozo Santiago. Allí permanecía escondido junto a su hermano. Cuando irrumpió la Guardia Civil intentó huir por la vía del tren, pero fue interceptado por los agentes. El segundo joven llegó hasta las instalaciones del pozo, donde intentó esconderse sin éxito. La persecución que acabó con el agente atropellado en Ujo comenzó en Oviedo. A primera hora de la madrugada del miércoles, la Policía Nacional intentó dar el alto a un vehículo que estaba haciendo rally por las calles de la capital, saltándose semáforos en rojo a gran velocidad e invadiendo las aceras. Cuando el vehículo sospechoso llegó desde la capital al cruce donde lo esperaban los agentes del puesto mierense no se detuvo y aceleró arrollando a uno de los cuatro guardias civiles, que fue arrastrado unos 20 metros, sufriendo importantes lesiones. Al cierre de esta edición estaba en estado crítico, aunque estabilizado, en la uvi del Hospital Central de Oviedo. Los compañeros del herido aseguraron ayer que el atropello fue «brutal» y que el agente sufrió importantes lesiones en el pecho y en las piernas, aunque la herida más problemática estaba localizada en la cabeza, tras impactar violentamente contra el firme. «El coche apagó las luces y se abalanzó a toda velocidad contra el control», explicaron miembros del instituto armado. Lo conducía M. R. G., de 22 años. Durante todo el día de ayer, Guardia Civil y Policía Nacional desplegaron un espectacular operativo por Mieres y Aller para intentar localizar a los ocupantes del vehículo, dos hermanos naturales de Cangas del Narcea, pero vecinos de Cabañaquinta, con una larga lista de antecedentes por robo y tráfico de drogas. Fuentes de la Delegación del Gobierno apuntaron que el coche, cuando fue interceptado por las calles de Oviedo por la Policía, realizó un giro en sentido contrario en la calle Bermúdez de Castro. Fue seguido por un vehículo camuflado y cuando se procedió a identificar a los ocupantes, en el entronque de las calles Aureliano San Román y Turina, el conductor aceleró bruscamente y provocó que uno de los agentes tuviera que arrojarse al suelo. Se inició entonces una persecución hacia la Ronda Sur en dirección a Mieres por la AP-66. Durante el tiempo que duró la persecución el conductor del vehículo realizó varias maniobras prohibidas, llegando a colisionar con un turismo que circulaba por la plaza de la Cruz Roja. Tras abandonar la capital, puso rumbo a Mieres. En ese momento, se informó tanto a la Comisaría local y a la Guardia Civil para que interceptasen el coche, ya que la lectura de la matrícula indicaba que el conductor residía en Cabañaquinta. Se instaló un control en el enlace de Ujo, con dos coches patrulla y cuatro agentes. Al llegar a este punto, el vehículo logró pasar por el pasillo entre las dos patrullas y embistió a uno de los guardias civiles. Superada la barrera policial de Ujo, prosiguió hacia Moreda. El vehículo fue abandonado a dos kilómetros, en Bustiello. En ese momento, se activó un intenso operativo de búsqueda, con decenas de agentes.

Llevo quejándo me amargamente contra la conducta de estos jóvenes que se dedican a hacer rallyes en las carreteras abiertas al tráfico y aquí en Oviedo les he visto a diferentes horas, cerca de mi casa lo hacían de noche, el ruido de esos coches y la frecuencia de pasada son inconfundibles, estos del artículo lo estaban haciendo en mi zona ( donde vivo) y eran de viven cerca del pueblo donde viví de pequeño, se merecen un soberano castigo, se llevaron por delante a un agente, en el puente de Ujo.

hay que controlar la sicología de los conductores, uno de estos tiene carnet de conducir, no se pùede conducir si no se es responsable y no lo son, como se está demostrando, por las carreteras no solamente circulamos nosotros, también están estos perdonajillos que no deberían estar.

Para dar el carnet es indidspensable que quien produzca los accidentes sea por eso, por accidsentes, no como estos que los producen porque los buscan, por muy bien que derrapen son un pèligro para todos.

Fuera de nuestras carreteras, que tenemos la vida nuestra y de los nuestros en juego

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