El Robin Hood de las galletas está chantajeando a la empresa
Bahlsen, un fabricante alemán de estos productos, al exigirle que distribuya
estos dulces a los niños hospitalizados, si quiere recuperar el letrero de su
sede, según la carta de reivindicación de la que la AFP obtuvo una copia este
jueves.
Todo comenzó con el robo de una galleta de metal dorado de 20 kilos que,
desde hacía 100 años, colgaba a cinco metros de altura de la fachada de la sede
de Bahlsen en Hanóver (norte de Alemania).Varios días después, este robo fue reivindicado con una carta dirigida a la empresa y a un periódico local, según la policía.
El autor exige que Bahlsen entregue galletas a los niños del hospital infantil de Hanóver. "Las de leche entera, no las que tienen chocolate negro encima", precisó en esta carta elaborada con letras recortadas de los diarios.
También exige que los 1.000 euros que Bahlsen prometió a quien ofrezca informaciones sobre el robo se entreguen a un refugio de animales de la región.
La carta está firmada por el "Cookie Monster", el "Monstruo de las Galletas", personaje del programa infantil "Plaza Sésamo" o "Barrio Sésamo", según el país de difusión.
La policía local está desarrollando una investigación, pero sin mucho éxito hasta el momento, y estudia "si se trata de un intento de chantaje".
Por su parte, el propietario del grupo Bahlsen quiere recuperar su letrero
Yahoo
To creía que el dueño de las galletas pediría otro letrero pero parece que quiere ese, el señor que pide rescate no pide para él sino para los niños, es por eso del calificativo de Robin, muy curioso ciertamente
6 comentarios:
Fueron los chicos de Barrio Sesamo con un grado notable de desquiciamiento.
Saludos
Desde luego el caso es de lo más curioso. Y si verdaderamente es para niños que lo necesiten está muy bien lo de este Robin.
Un abrazo.
Jajja es que hay mucha crispación jaja, saludos jaal!
Los niños no pueden estar sin galletas jaja, así que este hombre ha actuado, un abrazo Rafa!
Lo qué nos hace falta, son muchos Robin Hood. Para tanta injusticia junta.
Besos
Sí, a ver si les entra un ápice de conciencia a muchos, besos y buena noche Verónica!
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