lunes, 2 de mayo de 2011

El águila imperial comienza su recuperación en la Comunidd de Madrid



Treinta y cinco parejas parece muy poca cosa. A simple vista, señalar que sólo viven 35 parejas de una especie en territorio madrileño no parece nada. Sin embargo, si se señala que estamos hablando de águilas imperiales, la cosa cambia; no en vano estamos hablando de una de nuestras especies más amenazadas, de la más aristocrática de cuantas aves surcan los cielos ibéricos.

Según datos de la Comunidad de Madrid, en 2010 han sido censados un total de 39 territorios colonizados por la rapaz, cuyo número se elevó a las 35 parejas, lo que supone un incremento de su población de 3 parejas respecto al año anterior; casi un 10 por ciento. El dato es el más elevado de parejas reproductoras de imperiales desde que existen registros documentados de la especie.

Dos de las tres nuevas parejas censadas se han establecido en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y su Entorno, mientras que la tercera vive en la zona sureste de la región. Mientras que el primero es uno de los espacios protegidos menos conocido de la región, con una peculiar problemática que incluye asentamientos ilegales, vertidos y elevada presión humana, el segundo supone una nueva área de cría de la especie en Madrid, puesto que antes no existían citas de su presencia en la misma.

Según los técnicos de la Comunidad esto es una buena noticia, pues supone pensar en una expansión de la especie en ecosistemas que antes no ocupaba.

El aumento de las imperiales en territorio madrileño es una buena noticia especialmente remarcable, en tanto que en sus poco más de 8.000 kilómetros cuadrados, alberga una población de casi 7,5 millones de personas, lo que supone una densidad de poco menos de mil personas por kilómetro cuadrado, según datos de la Comunidad. Esto significa una elevada presión demográfica sobre el entorno natural y las especies silvestres nueve veces superior a la media nacional.

Las principales amenazas que siguen cerniéndose sobre la especie están derivadas de la presión demográfica. A la escasez del conejo, deben añadirse la alta densidad de los tendidos eléctricos en sus áreas de cría, las molestias antrópicas como excursionismo, motorismo, ciclismo, pruebas deportivas y eventos al aire libre.

La Consejería de Medio Ambiente junto con la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental, FIDA, llevan a cabo diferentes actuaciones para su protección. Destacan entre ellas la adecuación de varios tendidos eléctricos, junto con la distribuidora Iberdrola, con una inversión de 375.000 euros en 2010, y el refuerzo de las poblaciones de conejo con la instalación de vivares y una inversión de 200.000 euros.

La dama de los hombros blancos

El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es un ave de presa de gran tamaño, que puede sobrepasar los 80 centímetros de longitud y hasta 3,5 kilos de peso. Su envergadura en vuelo alcanza los dos metros. De color marrón, se la conoce por las inconfundibles manchas blancas en los hombres y el color crema de su nuca.

Habitante del cuadrante suroccidental de la península Ibérica en exclusiva, esta emblemática falconiforme es una especie endémica de este territorio, es decir, no existe en ninguna otra parte del planeta. En España reside el 99 por ciento de toda su población, siendo el resto de Portugal.

Esa exclusividad la convierte en una especie en peligro de extinción. Hasta el punto de que hace 30 años fue merecedora del triste título de rapaz más amenazada del mundo. Su peculiar dieta, tan exclusiva como ellas, y basada en conejos, mamífero que ha reducido o extinguido sus poblaciones por causa de enfermedades como la mixomatosis, la electrocución por impacto contra tendidos eléctricos en sus territorios, así como el uso de cebos envenenados y disparos ilegales han sido las tradicionales causas que han puesto a esta rapaz contra las cuerdas.

Por fortuna, el apoyo de las administraciones ha logrado que poco a poco la imperial se esté recuperando durante las tres últimas décadas, periodo en que ha multiplicado por dos su población total. Según datos de la Sociedad Española de Ornitología, SEO/Birdlife, la población total supera las 250 parejas. Se concentran en tres grandes poblaciones: la Septentrional, que se distribuye por el Sistema Central y Extremadura y a la que pertenecen las imperiales madrileñas; la Central, que abarca a las residentes en los Montes de Toledo, Tierra de Barros y Sierra Morena y la de Doñana y marismas del Guadalquivir.

elmundo

Una especie que stá comenzando su recuperación, podemos mejorar todo para una buena convivencia, el planeta no es nuestro y del resto de seres vivos no, hay que conseguir que se mantenga el equilibrio ecológico y en donde lo hayamos rotos buscar la forma de reequilibrarlo, lo que afecta a una especie acaba afectando a todos ya que estamos en estrecha relación aunqie creamos que no

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