sábado, 17 de noviembre de 2012

Consiguen un gato gracias a 100.000 "me gusta"


Seguro que Dan Urbano, padre de dos niños muy tecnológicos, no pensó que, ni por asomo, tendría que acabar cumpliendo su palabra: prometió a los pequeños que les compraría un gato si conseguían 1.000 «Likes» en Facebook. La mamá, Marisa Urbano, fue la encargada de ayudar a Remi (7 años) y Evelyn (1 año) a ejecutar la «operación gato». 
 Así, el 7 de noviembre escribía el siguiente mensaje en su muro de la red social: «Dan piensa que NO hay manera de que podamos hacer esto. Yo digo que sí. Ayúdanos. Realmente queremos un gato llamado Hairy Pawturrr. Si no quieres darle a 'Me gusta', comparte. Los 'shares' cuenta también! Muchas gracias a todos!!!». En menos de una semana, ya habían alcanzado los 100.000 «Me gusta» y también más de 100.000 personas lo habían compartido.

El papá, que ha concedido una entrevista en Micoco —donde se puede ver incluso un vídeo de la familia—, asegura que la idea le sobrevoló la mente cuando trataba de posponer la llegada de un familiar «gatuno» al hogar. También afirma que una de las cosas que más ha emocionado a su hijo no es el pequeño «Hairy» —que no ha sido comprado, sino adoptado—, sino poder probar que su padre estaba equivocado.
Urbano ha reconocido que detectó que algo había pasado» cuando recibió una llamada de «Good Morning America». «Entonces, empezamos a recibir peticiones de amistad y comentarios en el post de otros países donde no conocíamos a nadie, como Japón o Alemania». 

elcorreo

Las redes sociales están de moda y sirven para todo a estos niños para tener el gato que ansiaban, espero que se usen para buenos propósitos siempre, claro que poner esa condición que puso el padre es porque no conoce la fuerza que pueden tener las redes sociales

4 comentarios:

La utopía de Irma dijo...

A veces un click mueve montañas.

Un abrazote utópico, Irma.-

silvo dijo...

A veces sí Irma, un abrazo!

Verónica O.M. dijo...

Una forma muy moderna, de conseguir un lindo gatito.
Besos

silvo dijo...

Sí, sin duda el padre no calculó bien lo que proponía, besos y buena noche Verónica!