Cinco jóvenes aficionados al fútbol, residentes en Sevilla y en su mayoría béticos, se disponían el pasado domingo a ver a un amigo disfrutar del deporte rey en La Línea de la Concepción, Cádiz. Acudían a la eliminatoria de ascenso a Segunda División que disputan la Balona y el Tenerife. El motivo es que en el equipo isleño juega el portero Brimah Razak, amigo del grupo.
Nada hacía pensar que el día acabaría en la comisaría de Policía de Gibraltar debido al beso que uno de ellos, Jaime Bejarano, propinó a la camiseta de la selección española en plena celebración del jubileo de la reina Isabel.
La rocambolesca historia comenzó cuando la expedición llegó a la ciudad fronteriza sobre las dos de la tarde. El partido comenzaba a las siete, por lo que decidieron acudir a Gibraltar "a comprar tabaco", según relata a EL MUNDO Inmaculada Rueda, novia de Jaime Bejarano, y los dos protagonistas principales de la historia, aunque los acompañantes también sufrieron los insultos de unos cincuenta llanitos.
"Cruzamos la frontera, mi novio llevaba la camiseta de España puesta, llegamos a la plaza principal -Casemates- y allí nos hicimos unas fotos. En una de ellas mi novio se besó el escudo de España, como hace muchas veces". Ése fue el detonante de la actuación gibraltareña.
Insultos y actuación policial
"Un matrimonio de unos 50 años y una joven de 30 comenzaron a insultarnos, a decir que éramos unos muertos de hambre y que nos fuésemos a España", tras un intercambio de opiniones, explica la sevillana, "nos marchamos". La sorpresa llegó cuando se percataron de que la joven les seguía y hablaba por el móvil. A los pocos minutos "se presentó una pareja de policías" y sin mediar palabras obligaron al grupo a acompañarles. "Fue entonces cuando los insultos ya eran de 50 personas. Caminamos por las calles con los agentes y yo me pegué a mi novio".
La pareja, que al principio respondía a las provocaciones de los allí congregados, explicó su versión de los hechos a los agentes 'llanitos'. En comisaría, aún sorprendidos por lo que estaban pasando, fueron introducidos en una sala. "A mi novio le tomaron el número del carné pero en ningún caso nos trataron como detenidos, aunque nos miraron raro", relata Inmaculada.
Asimismo, y tras pedir explicaciones, indicó al policía que "si la camiseta de Brasil también provocaba". La respuesta, según la joven fue que no, pero que había que "entender la situación política". El policía añadió que "si vienen 20 gibraltareños a pegaros, no podemos hacer nada".
Todo ello, además, sucedió en el día en el que la Roca celebraba el Jubileo de la Reina madre, "nosotros vimos ambiente de fiesta, pero no sabíamos de que se trataba. De hecho el único contacto que tuvimos con gente fue con aficionados del Tenerife a los que les dijimos que queríamos que ganaran por nuestro amigo".
Tras un par de horas, los miembros de la Royal Police de Gibraltar les introdujeron en un coche de seguridad, los acompañaron a la frontera y ellos salieron rumbo al Estadio Muncipal.
Al menos, vieron ganar al equipo de su amigo tras un día "increíble y en el que llegamos a pasar miedo". No obstante, ahora no se plantean ni presentar queja ante la embajada, o denunciar los hechos: "queremos olvidarlo cuanto antes, pero a Gibraltar no volvemos más y eso que ya habíamos estado con anterioridad".
elmundo
Se han quao con ese trozo de la península Ibérica, que no está pegada a Reino Unido,aunque se sientan ingleses deben respetar las camisetas de otras selecciones, como se hace habitualmente, son lod ciudaddanos que se metieron con ellos quienes deberían ser detenidos por incordiar a otros ciudadanos que no hacían nada malo, habría que pedir explicaciones por este y por otros actos
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