La boca, foco de infecciones
Según la revisión de 'American Journal of Clinical Dermatology', los 'piercings' en la boca causan numerosas lesiones bucodentales tras la colocación: inflamación, dolor, dificultades para hablar y masticar, alteración del gusto, sangrado, aumento de la salivación, infección y reacciones alérgicas al material. "Sobre todo cuando se inserta en la lengua, existe un importante riesgo de hemorragia, ya que este órgano tiene muchos vasos sanguíneos", apunta David Herrera, vicepresidente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y Profesor en la Universidad Complutense de Madrid.
Al cabo del tiempo, los adornos de la lengua y los labios también provocan otros daños como fisuras, abrasiones, pigmentaciones, úlceras, crecimiento exagerado del tejido cicatricial o depapilación, es decir, pérdida del triángulo de encía que hay entre diente y diente. En palabras de Herrera, "a largo plazo, empieza a acumularse en el piercing placa y sarro, se acumulan bacterias y se inflaman los tejidos de alrededor, lo que supone una causa de alitosis".
Además, continúa este especialista, "el trauma repeptido del piercing sobre la encía va a provocar retracción e incluso daño en el hueso que sujeta la diente. Esto hace que se pueda perder el diente. También los desgasta, los rompe... Los hace más sensibles".
Precisamente esta lesión periodontal es la que más preocupa a los odontólogos. Según un estudio publicado en 'Dental Traumatology', al menos un 35% de las personas con 'piercing' en la lengua o en los labios experimentan recesión gingival (pérdida de encía bucal) que, si no se trata, puede terminar en la caída del diente y "a veces, el daño es irreversible", puntualiza el doctor Herrera.
Los autores de otro trabajo publicado en 'Journal of Periodontology' ofrecen un detalle más y es que esta pérdida de encía empieza a observarse a partir de los dos años.
Los especialistas subrayan que la boca es un importante foco de infecciones donde residen millones de bacterias. Una perforación aumentaría este riesgo e incluso se propagaría a otras zonas del cuerpo (como ocurre con los abscesos en el cerebro). Cabe destacar, además, que el 'piercing' en la lengua dificulta la intubación endotraqueal en casos de traumatismo o intervenciones quirúrgicas.
Genitales y ombligo
En cuanto a los 'piercings' genitales, afirma la revisión de Laumann, pueden causar obstrucción de la uretra e infecciones que derivan en infertilidad. En palabras del dermatólogo español, estos adornos "favorecen la transmisión de determinadas infecciones y enfermedades como hepatitis, sífilis, VIH... Pueden producir heridas en la mucosa y esto es una puerta abierta a la contaminación".
Cuando los 'piercings' se encuentran en el pezón, existe el riesgo de galactorrea o, lo que es lo mismo, secreción espontánea de leche. En sitios como "en la oreja se pueden producir desgarros y necrosis del cartílago, algo que también ocurre a veces en la nariz", puntualiza el doctor Fonseca. "Dependiendo de la importancia de la necrosis se generan deformidades que sólo pueden solucionarse con cirugía".
Si la zona escogida es el ombligo, explican los investigadores, "tarda un año en curarse. Es especialmente propensa a las infecciones" y así lo avala también el dermatólogo, quien detalla que "se trata de una zona poco aireada y húmeda, lo que facilita la acción de hongos y bacterias".
elmundo
Yo reconozco que no me gustan los piercing pero a quien sí debería tener en cuenta los roiesgos de salud que corre
2 comentarios:
Tengo una amiga que hubo un tiempo se dedicaba a esto y justo el otro día me contaba que mucha gente se los ponía sin pensar bien en lo que estaban haciendo y como no cuidaban bien la higiene luego venían las infecciones.
A mi la verdad que tampoco me gustan
Abren ventanas a las infecciones y deben tener cuidado,a mi no me parec que le quedan bien a nadie, saludos Boris
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