Las normas son creadas por los legisladores para guiar a los ciudadanos, de manera genérica, hacia un comportamiento correcto. Sin embargo, algunas leyes responden a hechos específicos y, con el tiempo se convierten en absurdas, pero con validez jurídica.
Aunque los mejores ejemplos se encuentran en Estados Unidos y Reino Unido, el resto de Europa, incluido España, no son territorios exentos de este tipo de normas. En nuestro país, por ejemplo, está prohibido legalmente poner nombres que puedan perjudicar a las personas, y un niño no puede llamarse Caín, Judas o Lenin. De manera más específica, destacan algunos ejemplos, como el de Mojácar (Almería), donde no se puede jugar al dominó en la terraza de un bar; el de Tenerife, que no permite hacer castillos de arena en la playa; o el de ciudades como Barcelona o Gijón, cuyas ordenanzas municipales sancionan escupir en la calle.
En Francia, también existe una ley relacionada con los nombres. En este caso, la norma declara que es ilegal llamar Napoleón a un cerdo. Del otro lado del Mar del Norte, una ley prohíbe específicamente morir en el Parlamento británico, puesto que cualquiera que fallezca en estas dependencias tiene derecho a un funeral de Estado, algo reservado a la realeza o a políticos de alto nivel. En ese mismo país, se considera un acto de traición poner al revés un sello de correos en el que aparezca una imagen de la monarquía, y es delito acercarse a menos de 90 metros de la reja del Palacio de Buckingham sin usar calcetines.
Mucho más increíble es la normativa del municipio costero Tropea (en Calabria, Italia) donde se prohíbe a las mujeres con sobrepeso pasearse en bikini por la playa. Ese derecho, según la ordenanza, está restringido a las mujeres jóvenes que tengan un «cuerpo adecuado» para lucirlo.
En los países del norte de Europa también existen legislaciones llamativas, como en Dinamarca, donde la ley indica que si un cliente de un restaurante no queda satisfecho con lo que ha consumido no está obligado a pagar. No muy lejos, en Noruega, los comercios tienen prohibido vender bebidas alcohólicas con graduaciones superiores a 4,75º en época de elecciones.
expansion
Anda que lo de moririse en el Parlamento, como si uno lo hiciera queriendo, lo del cuerpo para bikini no se quien es la persona que puede decicir quien si y quien no, es curioso, las nuestras no son tan descabelladas
4 comentarios:
Por prohibir que no quede.
besos.
Si, jaja, besos Amapola!
No hay más, jaja
Besos
Jaja, mañana pongo más jajaja, besines Verónica!
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