A Dodger, un gato inglés de 15 años, le gusta pasear en el transporte público. Y no, no es de la calle. Tiene casa, hogar y hasta una dueña llamada Fee Jeanes, que se preocupa por él y lo quiere. Ella está completamente al tanto de las aventuras de su mascota viajera.
Y tampoco es algo que suceda ocasionalmente. Los conductores de ómnibus de la ciudad de Dorset suelen llevar consigo latas de comida para convidarle. Mientras viaja, Dodger se sube a la falda de los pasajeros y ocupa los asientos en los que da el sol.
“La semana pasada me enteré de que se fue hasta Charmouth y volvió. Es un viaje de 16 kilómetros”, dijo su dueña, la Sra. Jeanes. Y el gato volvió porque los conductores hasta saben dónde abrirle la puerta para que se baje
periodismo
Le tratan bien y le dan comida no es extraño que quiera viajar
4 comentarios:
jaja que divino el gato
Divino, sí, besos Paula!
Viaja gratis y encima le invitan, jaja
Besos
Jaja, seguro que está encantado jaja, besines Verónica!
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