El único lugar habitado que sigue siendo un misterio para el ser humano son los océanos abisales. Allí, en la oscuridad perpetua, acaba de ser descubierto un fantástico ecosistema con extraordinarios seres vivos capaces de vivir sin luz, a temperaturas extremadamente elevadas y en un ambiente muy tóxico, por las grandes chimeneas volcánicas que hay en el fondo oceánico. El hallazgo ha tenido lugar en el South West Indian Ridge, en el Océano Índico, a 2.700 metros de profundidad, gracias a la expedición Dragon Vent, un proyecto británico liderado por el biólogo marino Jon Copley, como publica el diario británico 'The Times'. Las imágenes que el equipo de Copley ha logrado grabar con un sofisticado equipo de cámaras, han revelado la existencia de caracoles con grandes melenas, exóticos pepinos de mar o camarones ciegos que pululan alrededor de las fumarolas. En total, 17 especies de animales que se han trasladado a la Universidad de Southampton, en Gran Bretaña, para su análisis anatómico y el estudio de su ADN. Creen que la mitad de ellas, al menos, son desconocidas para la ciencia. "Hemos encontrado una nueva especie de cangrejo 'yeti' que es muy diferente de otros similares que se encontraron hace algún tiempo. Tiene sus brazos peludos y es mucho más grande. Es el primero que se eencuentra en el Índico", asegura Copley. Hay científicos que creen que en los océanos abisales hay organismos que pertenecen a un árbol de la vida distinto. Fue en los mares donde ésta surgió hace 2.000 millones de años, pero puede que lo hiciera en más de una ocasión, y ese es el lugar donde pueden haberse refugiado esas otras formas biológicas. De hecho, los respiraderos hidrotérmicos, descubiertos en los años 70, son grietas del suelo marino que enriquecen de minerales el agua. En el Indian Ridge, hay unas temperaturas de más de 270º C, el sol no penetra en sus profundidades y el agua tiene sulfuro de hidrógeno que sale por fumarolas de 20 metros de altura. Los expedicionarios utilizaron un robot subacuático del Instituto de las Ciencias del Mar de Leibniz (Alemania) con cámaras que introdujeron por los respiraderos oceánicos. Allí se escondían las extrañas criaturas. En las zonas más calientes había caracoles del tamaño de pelotas de golf, mejillones, camarones con órganos sensibles a la luz, pepinos de mar y cangrejos. Cuando compararon sus hallazgos con los de chimeneas cercanas, encontraron que algunas no tenían semejanza. "Seres como éstos no se habían visto jamás en otros lugares. Más lejos, captamos otros caracoles, lapas, anémonas de tentáculos blancos", dice Copley en 'The Times'. "Pero aquí había una biodiversidad de criaturas que puede ayudar a los científicos a entender mejor la vida en los océanos profundos", añade. Copley no oculta su preocupación por la posible destrucción de ecosistemas como éste que aún no se han descubierto, sobre todo tras la concesión de una licencia al Gobierno chino para explorar la riqueza mineral en torno a estas chimeneas submarinaselmundo
Los seres vivos tienen capacidad para desarrollar mecanismos que les hagan sobrevivir en el medio en que se deesarrollan simpre que estos cambios del medio no sean traumáticos (muy rápidos y distintos), se adaptan y desarrollan diferencias respecto a los de su especie de otros medios, esta temperatura y este enriquecimiento en sulfuro de hidrógeno condicionan los cambios y lógicamente serán diferentes, ahora esperemos que respeten ese medio ya que hablan de explotación minera y eso acabará con ellos
4 comentarios:
¡Muy curioso! esperemos que no acaben con ellos.
Besos, muy buena noche Silvo...
Nos enseñaran como sibrevivir en ambientes extremos, besos y buena noche Verónica!
A vida é divina, curiosa e misteriosa em toda parte perfeita Silvo!!! Viva a criação!!!!
Beijos!!!!
La vide surge nada más tiene oportunidad y se adapta en las medidas de sus posibilidades, viva la creación, sí, beijinhos Carla!
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