Llamazares abre la sesión constitutiva de la Cámara con un acto de protesta

Izquierda Unida, con 11 diputados, tercera fuerza política por votos y cuarta por número de escaños, se siente desairada. Sus miembros son los que hoy tienen peor cara. La mayoría absoluta del PP y el deseo del PSOE de conservar una presencia como Dios manda en la Mesa del Congreso, les ha dejado fuera una legislatura más de ocupar un puesto en el órgano que dirige la vida diaria de la institución. Y los de IU se lo han tomado mal.

Gaspar Llamazares, uno de los mejores conocedores de los entresijos del Parlamento, se ha lamentado en la misma puerta del Hemiciclo: "Empezamos con un escándalo. Vaticino que PP y PSOE van a tener una legislatura declinante. El bipartidismo ha perdido tres millones de votos y no parecen haberse enterado".

El diputado de IU se despachó ante los periodistas sin pelos en la lengua, pero no había terminado. Tras constituirse la mesa de edad y dar lectura uno por uno a los nombres de los 350 diputados electos, Llamazares pidió la palabra de su escaño para inaugurar la sesión con una protesta. Ha reclamado que se leyera la parte del reglamento que detalla la fórmula de constitución de la Mesa y además que se hiciera público el acuerdo alcanzado por el PP y el PSOE para repartirse los puestos de la misma cediendo uno a CiU, pese a que esta fuerza tiene 600.000 votos menos que Izquierda Unida.

No ha logrado nada Llamazares salvo poner en evidencia que la potencia arrolladora del PP ya ha empezado a funcionar y que el PSOE hace cuanto puede para no perder aún más empuje.

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Tiene razón Llamazares, la tercera fuerza política de España en número de votos y tratándose de unas elecciones generales no debe verse relegada a ser la cuarta, 600.000 votos más lo avalan, detrás de un partido que saca los votos en cuatro provincias, la ley D´Hont no debe aplicarse a las generales