"Aquí estoy, me entrego", dijo Mohammad Ashan a los militares afganos que montaban guardia en un 'checkpoint' en la provincia provincia de Paktika. El comandante talibán dejó perplejos a los soldados, que no tardaron mucho en entender lo que estaba pasando.
"Ahora quiero los 100 dólares de la recompensa por mi captura", explicó en seguida el líder rebelde, que llevaba consigo el papel impreso donde se ofrecía esa suma de dinero para informaciones que pudieran facilitar su captura.
Según asegura 'The Washington Post', las autoridades del país asiático acusan a Ashad de haber organizado dos atentados contra tropas afganas y estadounidenses mediante la colocación de artefactos de fabricación casera.
Los militares del puesto de control le esposaron y le llevaron al cuartel más cercano para comprobar su identidad. Cuando descubrieron que efectivamente se trataba del peligroso Ashad, le detuvieron, pero se negaron a entregarle la recompensa. Así, el comandante talibán está entre rejas, pero sin los 100 dólares que se ofrecían por su captura.
elmundo
Si no pagan lo pactado no se entregarán más, o intentarán que sea otro el que delate y cobrarse la recompensa a medias, como digeron a los asesinos de Viriato "Roma no paga Traidores"
No hay comentarios:
Publicar un comentario