En tiempos de crisis se agudiza el ingenio, sobre todo si el resultado es ahorrar algo de energía y, con ello, reducir un poco el gasto. Con esta premisa nace este invento de difícil aplicación, dudosos resultados pero, eso no se puede dudar, original puesta en escena. El artilugio inventado por un joven llamado Randy Sarafan consiste en tres electrodos colocados en uno de los párpados y conectados a una lámpara de mesa, y que hacen que cada vez que el ojo parpadea y se cierra se apaga la luz. Del mismo modo, la lámpara se vuelve a encender cuando el ojo se abre de nuevo y fija la mirada en la lectura o en cualquier otra actividad, incluso en los casos habituales en los que el parpadeo apenas dura un instante. No está clara la utilidad de este invento, del que da cuenta el portal de ciencia FayerWayer, ni cuánta energía se podría ahorrar, pero lo que es evidente es que, con tanto apagar y encender, será difícil que alguien comparta habitación con el voluntarioso ahorrador.larazon
Para ahorrar puede que no sirva ya que lo mismo gasta más en encenderse y apagarse que en estar encendida hasta que uno voluntariamente de al interruptor pero que no se enteren los empresarios de este invento ya que se chiva si uno cierra los ojos, me temo que esos electrodos molestan, al menos a mi me molesta vérselos al de la foto
4 comentarios:
hay inventos que son para asustar como no este uno solo en el cuarto vaya lio
Un auténtico lío anónimo, saludos
Tengo entendido, que encendiendo y apagando tanto la luz se consume más.
No le veo utilidad a este invento, si eso es así, a no ser que yo sea la equivocada.
Besos, muy buena noche
Los fluorescentes esos que suele haber en las cocinas gastan más en el encendido que en bastante tiempo sin apagar, yo no le veo la utilidad tampoco al invento, besos y buena noche Verónica!
Publicar un comentario