sábado, 14 de febrero de 2015

Se tatúa el brazo con garabatos de su hijo


La mayoría de los padres cuelgan orgullosos los dibujos de sus hijos en el heladera. Algunos incluso los enmarcan o los escanean para subir a Facebook. Pero uno de ellos decidió optar por una forma más radical de celebrar el arte de su hijo: los convirtió en tatuajes sobre sus brazos.
Keith Anderson es un canadiense que se ha tatuado sobre su propio cuerpo los garabatos de su hijo Kai desde que él tenía cuatro años. Actualmente el niño tiene 11 y su papá tiene un tatuaje en su piel por cada año, y algunos de ellos hasta fueron hechos por el propio pequeño.
“Cada uno de los tatuajes de mi brazo derecho fue dibujado por mi hijo durante todos estos años”, dijo orgulloso en una entrevista con el fotógrafo Chance Faulkner. Cada año, padre e hijo deciden qué pieza de arte plasmarán en tinta. Keith expresó que siempre espera que su hijo pueda acompañarlo a la tienda cuando va a grabarse el brazo y definió esa experiencia como una de las mejores cosas que hacen juntos.
“Comenzamos en el 2008 cuando Kai estaba por empezar el jardín de infantes. Uno de mis hermanos tenía un tatuaje en su pierna de un dibujo de mi sobrina y me encantó al idea, entonces me lancé a hacer lo mismo en toda mi manga derecha”, explicó. Además, contó que las personas que no están en ese ambiente lo ven y piensan que es algo lindo. Otros, piensan que sólo dejó a su hijo dibujar con marcadores sobre su cuerpo, y él les responde que eso es cierto pero que esas marcas no se borrarán nunca.
“Es una experiencia de unión para nosotros el elegir qué pieza inmortalizaremos en mi piel, que Kim sea quien haga el dibujo e incluso la conexión que se genera cuando él ayuda tatuando pequeñas secciones de los últimos tres que hemos hecho”, confesó Keith.
Por último, manifestó: “Nadie que yo conozca ha escuchado sobre tatuarse el dibujo de un niño y eso es muy divertido” y añadió: “Continuaremos hasta que él no quiera hacerlo más”. Si esto ocurre dentro de muchos años, ya no quedaría espacio disponible pero él encontró la solución: los próximos dibujos serán más pequeños.

periodismo

No me gustan los tatauajes pero este, al menos, ha encontradio una buena idea, y si encima el niño es un Dalí en el futuro no te digo nada

6 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

No me gustan los tatuajes.
Besos

Paula dijo...

jaja, yo ni loca

silvo dijo...

A mí tampoco, besines Verónica!

silvo dijo...

Este sí jeje, besines Paula!

dijo...

a mi me gustan los tatuajes que simbolizan algo importante, pero más pequeños, yo si pudiera me tatuaría una pequeña cruz egipcia en la muñeca, del tamaño de una uña, más grande no creo que lo soportara, jajajajjajaaja
gran idea la de este padre, me encanta
muchos besiños para ti

silvo dijo...

A mi no me gustan pero la idea sí, encunato a que te pondrías uno de Egipto ya me lo imaginaba jaja, besines marga!