Se había echado al monte como antes lo hizo el famoso 'Lute' y como dos siglos atrás se echara el televisivo Curro Jiménez. La Guardia Civil ha informado este lunes de la detención de un bandolero que se ocultaba en la sierra de Cádiz y que llevaba cinco años atemorizando a pastores, ganaderos y gasolineros (y algún que otro senderista) en Sierra Margarita, que baña las poblaciones gaditanas de El Bosque y Benamahoma. Había instalado su guarida en un lugar inaccesible y nada transitado. Allí se ocultaba en su tienda de campaña y en varias cuevas, donde guardaba todo lo robado. Unos 70 agentes de la Guardia Civil participaron en su detención. Antonio Manuel, de 40 años, siempre llevaba encima su escopeta de caza (robada, como no) y tenía todo un arsenal de machetes y hachas. Su detención, el día 15, fue toda una película. Cuando los agentes rodearon su campamento en plena sierra, una jauría de ocho perros de presa que tenía adiestrados para alertarle de la presencia de intrusos le despertó con sus ladridos y consiguió huir. Desnudo y armado con su escopeta consiguió romper el cerco policial e internarse en el bosque. Poco después, rodeado, Antonio Manuel optó por el más difícil todavía: lanzarse desde un barranco de tres metros de altura a un arroyo para escapar. No lo logró, pero consiguió arrastrar en su caída a dos guardias civiles con los que forcejeaba, mientras se resistía a la detención. En su arresto participaron perros adiestrados y un helicóptero. Lo dicho, de película. Armas, drogas y perros En su campamento, la Guardia Civil halló 23 plantas de marihuana con las que comerciaba aparte de consumir, con una canalización de agua incluida. Pero los agentes hallaron algo más que armas, drogas, enseres robados y fieles perros guardianes. En una de sus tiendas de campaña se escondía una menor de 14 años, pariente del detenido, que al parecer hacía las funciones de amada del bandolero. Una vez arrestado, siguió su espiral de violencia asilvestrada. En el vehículo en el que fue trasladado a la comandancia de la Guardia Civil intentó autolesionarse. Y, una vez en los calabozos, la emprendió a golpes con la cámara que vigila las celdas. Una de sus últimas fechorías se produjo en enero, cuando atracó una gasolinera de la zona y golpeó con la culata de su escopeta al empleado. En la sierra gaditana le conocían como 'El Lute'. Digno heredero. Pastores, ganaderos, senderistas y comerciantes de la zona duermen ahora más tranquilos20minutos
Parece encreible en los tiempos que corren que aún pueda haber bandoleros, antiguamente el transito de personas y mercancías era por a sierra pero hoy en dia se realiza por modernas autopistas y ferocarriles, las sierra solamente la pisan lugareños y quizás algún paseante, han bajado la posibilidad de hacer se con nuenos botines, pero aquí había uno, para atemorizar a la gente de la zona a valdría, esa niña de 14 años ¿no deberíia estar escolarizada?
4 comentarios:
Yo crei que ya no habia bandolerospor el mundo. Saludos!
Ya ves Bruno, tanto como se promociona el senderismo en Asturias y puede haber bandoleros, osos jaja, no se, no se, saludos
con lo modernos que son los bandoleros de ahora que nos roban sin mancharse. y que todavia quede uno a la antigua usanza parece increible
jajja se entiende la ironía anónimo jaja, saludos
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