viernes, 12 de diciembre de 2014

Record Guinness de omelettes: 427 en media hora


Howard Helmer, un anciano de 72 años, es el cocinero de omelettes más rápido del mundo. Gracias a su velocidad entró dos veces al Record Guinness: una vez por cocinar uno en 39 segundos y la otra para poder hacer 427 en 30 minutos. Muchos lo consideran el Hombre Huevo por su facilidad para cocinarlos.
Todo comenzó hace 42 años, cuando él tomó un trabajo en American Egg Board, una empresa en la que tenía que escribir las maravillas de comer huevos de gallina. Desde entonces aprendió a hacer omelettes con dos unidades y ha promovido el uso de este ingrediente en las ferias gastronómicas del país, convenciones en restaurantes, escuelas de cocina, y en la televisión. A través de los años, también ha trabajado con chefs famosos e incluso le enseñó a las estrellas de cine cómo hacer buenos y rápidos platos.
Se ha vuelto tan famoso que trabaja con 32 editores de revistas gastronómicas a quien les ofrece sus recetas. También ha viajado por todo el mundo para promocionar sus omelettes, incluso fue a Brasil el país donde menos huevos se come.
“Hay un estigma asociado a los huevos en ese país”, explicó. Y para derribarlo decidió asistir, a mediados de los 90, al Sao Paolo Grand Prix  para preparar omelletes y tortillas. Helmer cuenta: “Los famosos eran fotografiados comiendo mis platos, y el público general quería comer huevos también porque sus músicos o estrellas de cine favoritos lo estaban haciendo”.
Tristemente, Helmer se retira como el Hombre Huevo de los Estados Unidos y ha nombrado a Jeffrey Saad (finalista del programa Food Network 5) para que lo sustituya como portavoz de la Junta Directiva del Huevo Estadounidense. “Jeffery es el sucesor perfecto”, dijo Helmer, que de a poco se está tomando su retiro. El anciano tiene planeado dedicarse a la pintura del paisaje, algo que nada tiene que ver con los omelettes.
periodismo
Don muchas tortillas para media hora y una sola persona haciéndolas

2 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

Si que tiene práctica.
Besos

silvo dijo...

Mucha, sí, besines Verónica!