jueves, 29 de mayo de 2014

Construyó una prisión para aliviar el estrés


‘Prison Inside Me’ (Prisión Dentro Mío) es una cárcel construida especialmente para calmar las tensiones. Está ubicada en Corea del Sur y fue construida por el abogado de 47 años Kwon Yong-seok. Esta idea desopilante se le ocurrió tras un ataque de estrés debido a su trabajo y otras cuestiones de su vida personal. Así, se dirigió a un penal para que lo encierren, pero su petición fue denegada.
De esta forma, recaudó cerca de 19 millones de dólares para construir una renovada cárcel con fines psicológicos. Cientos de surcoreanos se dirigen a diario para pasar una semana encerrados y despojados de todos sus bienes materiales, sobre todo sus teléfonos celulares
Nada de Freud. A los visitantes los visten con los típicos uniformes grises carcelarios, los encierran en celdas de aislamiento de 28 metros cuadrados con tan solo un inodoro, una pileta y una mesa pequeña. Una estadía de dos noches en la prisión cuesta 146 dólares
A pesar de que está bastante lejos de ser una prisión real, por su limpieza y buen estado edilicio, es cierto que muchos internos valoran el tratamiento: “Muchos reclusos indicaron que la experiencia les ha ayudado mucho. Cientos de surcoreanos que buscan alivio de las tensiones de la vida moderna encuentran la calma”, expresó uno de ellos.

periodismo

Unos ejercicios espirituales, como antigüamente, sirven para cargar pilas, esta "prisión" se basa en algo similar, yo no pagaría por algo así si no que me iría a una cabaña del monte a estar solo, aunque. me basta (de momento) con ir a la costa y el mar me relaja

6 comentarios:

Paula dijo...

lindo entretenimiento

silvo dijo...

Jaja, ahora van frikis allí jaja, besos Paula!

Verónica O.M. dijo...

Veremos si otros le copian.
Besos

Rafa Hernández dijo...

Ahí tenía que ir muchos a parar, sobre todo políticos.

Abrazo silvo.

silvo dijo...

A ver si la gente se calma que parece todo muy acelerado, besos y buena noche Verónica!

silvo dijo...

Jaja, se lo han ganado a pulso jaja, un abrazo amigo Rafa!