viernes, 18 de septiembre de 2015

Luego de buscar trabajo sin éxito, decide vender su diploma universitario


El precio equivale a lo que aún debe de sus estudios, y que no ha logrado pagar. El costo total de su  educación ha sido de 40.000 dólares, pero Stephanie le sumó 10.000 más, porque la venta incluye una experiencia interactiva de la vida en la universidad.
La joven, quien se graduó en 2011, se encuentra profundamente desencantada de la vida después de la universidad, ya que se encuentra trabajando en un empleo que no aprovecha todo su potencial, y además tiene una deuda muy grande que pidió para poder pagar sus estudios
“Pienso que este pedazo de papel puede valer mucho para muchísima gente, pero para una graduada en Artes, no podría significar menos” afirmó la joven, “Estoy haciendo lo mismo y probablemente ganando lo mismo que una persona que abandonó la universidad, con la diferencia de que yo aún debo 40 mil dólares de créditos educativos y ellos no”, declaró Stephanie.
La joven también vende su experiencia universitaria, es decir, los lugares que conoció mientras estudiaba, el acceso a todos los recuerdos de su vida en la facultad, y un pase para ver un show en la escuela de teatro de la Universidad de Florida.
periodismo
Me imagino que no se puede comprar más que el papel ya que el título es de quien ha conseguido el reconocimiento de su suficiencia para determinada profesión pero esto tiene un valor siombólico impresionante, esta sociedad está muy mal estructurada y por eso no conseguimos la correspondencia a nuestros esfuerzos, el dinero debe fluir y no acumularse (tanto) en manos de tan pocos

4 comentarios:

AtHeNeA dijo...

Quizás yo deba de vender también ...los 4.

Un abraz✴

silvo dijo...

!Santo Cielo, muy mal estamos!, un abrazo AtHeNeA!

La utopía de Irma dijo...

El mundo ha perdido el norte en todos los sentidos, pero nunca podrán comprar nuestra dignidad por mucho dinero que tengan "algunos".

Abrazote utópico, Irma.-

silvo dijo...

Hay que conseguir que repartan quienes tantísimo tienen que no es de recibo, sin dignidad no nos queda nada, un abrazo Irma!