martes, 10 de marzo de 2015

Ernesto Sábato

La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados

Ya en vida nos hacen sentir mierdo al ridículo cuando lo ridículo es ese miedo en sí

8 comentarios:

Rafa Hernández dijo...

Pues fíjate que casi que me gusta más la tuya.

Abrazo silvo.

silvo dijo...

Gracia Rafa, me temo que deberíamos ser más espontámeos, un aabrazo!

Anónimo dijo...

Silvo, somn usor, te imbratisez, Odorica

silvo dijo...

Un abrazo y buena noche Odorica!

Verónica O.M. dijo...

Tienes toda la razón.
Besos

dijo...

la gente se preocupa demasiado por el qué dirán los demás, hablé de ello hace tiempo en mi blog, decía que muchas personas se pasan la vida intentando agradar a los demás, renunciando incluso a las cosas que le gustan por si los demás piensan mal, y sigo pensando lo mismo
hay que acabar con ese miedo o preocupación y vivir
¡miles de abrazos!

silvo dijo...

Es una pena pero nos dejamos llevar y no deberíamos, besines Verónica!

silvo dijo...

Hay que acabar con él que no nos deja ser naturales, besines marga!