Desde que el ministro religioso Joseph Djan decidió empezar a trabajar como taxista, ya no hay necesidad de ir a la iglesia para confesarse.
Este pastor de 52 años se dio cuenta que trabajar como taxista en la ciudad de Nueva York era una opotunidad perfecta para conocer y hablar con gente que necesitaba descargarse.
Por ende, fusionó sus dos profesiones y ahora ofrece a los pasajeros que quieran, una confesión express durante lo que dura el viaje. Joseph asegura que mucha gente sale de su taxi sintiendose aliviada y que a el lo hace feliz poder ayudarlos.
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Buena idea ha tenido este pastor, ahora que sea aprovechado por quienes sientan necesidad de confesión, y si uno tiene muchos pecados ¿parará el taxímetro?
4 comentarios:
Esta taxi lo deberían coger nuestros políticos, aunque me temo que son tantos los pecados que tienen, que ni recorriendo tres mil kilómetros, el pastor este, se los podría perdonar.
Un abrazo.
Qué original, seguro es el único (de momento)
Besos
jajaja, si confiesa políticos llega a Vladivostok jaja, un amigo Rafa!abrazo
Espero no se distraiga con los pecados de algunos jaja, besos y buena noche Verónica!
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