lunes, 25 de octubre de 2010

Mario Benedetti

Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero resulta que yo no quiero que me vendan sueños ajenos, si no sencillamente que se cumplan los míos.

Yo no sé si dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda.

Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.

Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.

Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio.

La primera me gusta porque habla de que lo importantre son los sueños de la persona no los artificiales que nos crean para colmarles con algo que nos afoja la cartera

La segunda me parece que la duda no le pondría contra uno

La tercera habla de que el tiempo es relativo como demostró Einstein, aunque se refiere a l apriencia del tiempo y no al real transcurrir del mismo

La cuarta es que cada una confirma a la otra

La quinta es para reflexionar el silencio atrona el espíritu

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