Edith Piaf y su "Non, je ne regrette Rien", debería haber sido de los primeros temas que tenían que estar en el blog, pero el ritmo que me he impusesto tiene estas cosas, no me quejo ya que así siempre habrá un as en la manga, esta cantante parece hacer la música con su garganta, su voz unida a su idioma hacen ese efecto, es bellísimo este tema.
Nació en París, en la capa de un gendarme que atendió a su madre en plena calle Belelville, era hija de un contorsionista y de una cantante italiana que actúa en cafetucho, se separan sus padres, su madre se vuelve alcohólica y la cría se abuela, queda ciega de una meningitis a los 2 añon y vuelve a ver despuñés de una visita a Santa Teresita del Niño Jesús, tengo una foto que saqué yo del altar dedicado a esa Santa, en el Sagrado Corazó, su abuela lo atribuye, el volver a ver a un milagro de la santa, con 10 años canta "La marsellesa" en la calle para recaudar dinero para casa, alos 12 años conoce a Simone, que es hija ilegítima de su padre, fuera del matrimonio y ambas actúan en la calle para buscrse el sustento, a los 16 años queda embarazada de un recedro golfillo, y cuando tenía 2 años se muere su niña de una menisngitis por lo que cae en depresión, canta en al calle y locles de Pigalle, donde está el centro del sexo en París, incluidoel 2Moulin Rouge", había una gran voz fuera del Moulin, en esa época.
Un día un hombre le da 10 francos y le propone irse a cantar a su local es Luois Leplée, dueño de "Jeny´s", cabaret de moda y la bautiza con el nombre de "Mome Piaf" peuqeño ruiseñor, tiene éxito pero áparece el cadáver de Louis y se la culpa a ella, ella que adoraba a ese hombre por que era protector, amigo y hasta padre, le llamaba papá, le dan la espalda la sociedad parisina y ce ,d e nuevo en depresión, Empezó a hacer teatro, películas y giras por toda Europa y America, donde conoció a la actriz alemana Marlene Ditrich, con la que entabló una gran amistad que duró toda la vida. Convertida en la gran dama de la canción francesa, se dedicó a ayudar a artistas noveles, como Yves Montand, Gilbert Bécaud, Georges Moustaki, Eddie Constantien o Charles Aznavour, con los que mantenía apasionados romances hasta que se cansaba y los abandonaba.
El boxeador Marcel Cerdan fue el gran amor de su vida. Se conocieron en 1946, cuando ambos estaban en la cima de su carrera, pero la felicidad fue efímera, ya que él murió en 1949, al estrellarse el avión al que viajaba. Aquella muerte fue un golpe demasiado fuerte y la cantante se hundió en una profunda depresión de la que, como siempre, trató salir gracias al sexo, el alcohol y a los tranquilizantes. Mantener su agotador ritmo de trabajo le supuso un duro esfuerzo y muchos accidentes de trafico. Después de uno de ellos, Edith se volvió adicta a la morfina, droga en la que dilapidaba grandes enormes sumas. El matrimonio en 1952 con el cantante Jacques Prill no fue más que un intento desesperado de rehacer su vida, pero fue en vano, ya que la unión solo duró cinco años.A medida que se iba haciendo mayor, sus amantes eran cada vez más jóvenes y, tras cumplir los cuarenta años, su deterioro físico fue imparable, sucediéndose los ingresos en centros hospitalarios; pasó por una operación de páncreas, una oclusión intestinal y un coma hepático,Finalmente, en 1959 los médicos le pronosticaron cáncer, enfermedad que, en los años siguientes, le tuvieron apartada del único lugar donde parecía feliz: los escenarios. Su última amor, el griego Theo Lambukas al que ella llamaba Théo Sarapo, palabra que en griego significa "te amo", era 20 años menor que ella. Edtih, fiel a su costumbre, le hizo cantante y se casó con él un año antes de morir, cuando ya estaba gravemente enferma.Nunca encontró la estabilidad, la enterraron con tres peluches, no quería estar sola, dos liebres y un león, descansa en paz pequeño ruiseñor, que encuentres la belelza que dejaste aquí con tus temas.
letra de "Non, Je ne regrette Rien", viendo su vida se entiende esta letra, la parte final demuestra que aún albergaba la esperanza de encontrar, lo que tanto buscó, en una nueva relacción, quería una vida más alegre, no me extraña:
No, no lamento nada
No! nada de nada,
No! no lamento nada
Ni el bien que me han hecho,
Ni el mal,
Todo eso me da igual!
No! nada de nada,
No! no lamento nada.
Está pagado, barrido, olvidado...
Me importa un bledo el pasado
!Con mis recuerdos
He encendido el fuego,
Mis penas, mis placeres…
Ya no los necesito
!Barridos los amores
Y todos sus temblores,
Barridos para siempre,
Vuelvo a empezar de cero.
No! nada de nada,
No! no lamento nada.
Ni el bien que me han hecho,
Ni el mal,
Todo eso me da igual!
No! nada de nada,
No! no lamento nada.
Porque mi vida,
Porque mis alegrías,
Hoy comienzan contigo
4 comentarios:
Muy bueno, hacía mucho tiempo que no lo escuchaba.
Abrazo silvo.
Voz es especial, un abrazo Rafa!
Me ha gustado siempre.
No conocía tantos detalles de su vida.
Besos, buen finde
Una vida muy dura, enorme esta cantante, besines Verónica!
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